La próxima edición de Innovem, la cita empresarial más importante de Menorca que reúne desde hace siete años a empresas y emprendedores alrededor de la innovación, quiere reflexionar este año sobre el éxito y el fracaso. Dos realidades subjetivas en función de lo que queramos considerar como sueño cumplido o decepción. El fracaso genera heridas profundas y puede lesionar gravemente nuestra autoestima pero el éxito, sin darnos cuenta, también transforma realidades y crisis de identidad profunda que pueden hacernos caer, por ejemplo, en un narcisismo autodestructivo. Por lo tanto, ambas cuestiones son igual de difíciles de asumir.
En los Estados Unidos existe un criterio de selección de personal entre los emprendedores que pasa por explicar cuáles han sido los fracasos que se han vivido hasta la fecha. El profesor Ángel Castiñeira dice que los fracasos son oportunidades de aprendizaje porque nos hacen ver cuáles han sido las rutinas y los hábitos que se deberían cambiar o mejorar, una vez hemos visto que no nos funcionan. El 21 y 22 de abril en es Mercadal, la cita que organiza Joves Empresaris de Balears en Menorca pondrá el termómetro sobre la cuestión.
Los modelos de éxito y fracaso que uno podía tener en la cabeza ya no sirven hoy en día, ya que la coyuntura no es la misma y, seguramente, mantenerse en pie habrá sido el mayor reconocimiento de esta última etapa azotada por la crisis. Precisamente uno de los grandes logros en Menorca ha sido entender que las empresas no debían competir entre ellas sino ‘coopetir' hacia fuera y ayudarse. Muchas de ellas lo hacen pero la mayoría todavía piensa que su peor enemigo está en la puerta de enfrente. Una cuestión que siguen sin querer abordar las asociaciones empresariales menorquinas, CAEB y PIME, trazando caminos por separado, evitando hablar de fusión y provocando situaciones absurdas de empresarios que están afiliados en ambas pero que defienden posiciones distintas en función de la reunión a la que tienen que asistir. ¿Tiene sentido hoy en día que existan dos patronales en Menorca? La respuesta para mí es clara. La defensa de Menorca tiene que ser una carrera por relevos y no una carrera entre nosotros porque la meta es la misma y somos pocos corredores. Cada uno tiene unas cualidades y una preparación distinta que, en función del terreno, puede ser óptimas para ganar el tramo. Menorca es la isla con la economía más debilitada y la unión hace la fuerza.