Imaginen por un instante que acuden como invitados a una comida entre amigos. Para abrir boca, puestos a suponer, sus anfitriones les obsequian con un delicioso paté de vieiras sobre tostas de aceituna. A su lado nos sorprende el aroma y la textura de un queso artesano de Maó con forma de corazón; y junto a estos manjares se deslizan un foie de Soria (el paraíso de los patos) y unas anchoas del Cantábrico que observan de reojo suculentas tiras de embutidos de bellota. Todo ello acompañado por un albariño de tierras gallegas. Nuestros guías descorchan un Rosé coincidiendo con la entrada triunfal del plato principal: cordero lechal braseado en horno de leña con el genuino caldo castellano. De postre, nos proponen unas sabrosas ‘cookies' al estilo americano, recién elaboradas y templadas al horno.
Suena bien, ¿verdad? Pues estos y otros muchos platos y caldos gourmet se apilan con delicado gusto en los estantes de Suprem Ibiza, un coqueto establecimiento que decidió abrir en julio de 2014 la madrileña Isabel Marín.
La idea original de la tienda, confiesa esta joven de 32 años, surge, por un lado, de sus frecuentes viajes a Madrid y Barcelona, donde viene testando el gran surtido de productos de alta gama que ofrece nuestra tierra. Por otro, el exquisito paladar del que presume su amplia familia. “Siempre nos ha gustado comer y beber de calidad y nos hemos dedicado de manera amateur a buscar y comprar la legumbre, el vino, la carne... por toda España. Somos casi 40 personas en mi familia, estamos muy unidos y siempre nos ha gustado hacer comidas, cada uno aportando algo distinto, consiguiendo productos a buen precio y de calidad”, explica la encargada de Suprem Ibiza, una académica ‘secuestrada' por la gastronomía, su gran pasión, y que desde hace siete años estableció su residencia en Eivissa.
La mayor parte del surtido que ofrece es nacional, “de pequeñas marcas y productores”, cuyos productos se encarga personalmente de testar. “Son más de 100 proveedores y he ido probando en ferias, comprando mucho hasta decidir qué es lo mejor; ha sido costoso y laborioso”, admite Isabel. Pero fruto de esa concienzuda cata ha logrado reunir en Suprem Ibiza una colección gastronómica de excepción.
En la variedad reside el gusto. Para unos no hay mayor delicatessen que unas conservas gallegas de altísima calidad de mejillón o sardinas, por poner dos ejemplos; pero si hay que elegir un producto estrella, Isabel escoge el caviar de Riofrío. “Es el único certificado como ecológico del mundo y está en Granada. Es un caviar súper fresco y de una calidad y un tamaño muy bueno; es similar al ruso, pero para mí está mejor”, indica Isabel Marín, que reconoce que aunque es un producto caro –una lata puede rondar los 40 euros– “es idóneo para una cena de amigos”.
Ahora bien, para la madrileña la crème de la crème de su negocio es el Crusoe Treasure, un vino que reposa durante un año en una bodega submarina junto a la costa cantábrica. “Es un proyecto de unos biólogos de Bilbao que se basa en las botellas que se encontraban en barcos naufragados y cuyo sabor era increíble. El vino, del que haremos una cata próximamente, es el mejor que he probado”, describe Isabel sobre un producto que ronda los 200 euros.
DEGUSTACIÓN. Las catas y talleres gastronómicos son el otro gran atractivo de Suprem Ibiza, actividades que realiza “para dar a conocer el producto que tenemos y acercarlo a la gente”. En sus mini cursos invita a chefs y enólogos para instruir a los asistentes en la elaboración de asombrosos platos de refinada calidad. La misma con que Suprem Ibiza aspira a expandirse en las Pitiüses.