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Balears pierde la batalla de la cogestión aeroportuaria

La privatización de AENA acaba con la aspiración de los responsables políticos de la Comunitat. José Ramón Bauzá y Jaime Martínez dan por buena la presencia balear en el consejo de administración

El aeropuerto de Son Sant Joan en Palma fue el segundo más rentable de AENA durante 2013. Cerró el ejercicio con un beneficio de más de 97 millones de euros. | Redacción Local

| Palma |

Balears ha salido derrotada. AENA se privatiza. El turismo, la primera y prácticamente única industria de las Islas, es fundamental. Así, el control de la principal puerta de entrada de turistas es vital. El debate sobre el modelo de gestión aeroportuaria se ha acabado. En Balears, con independencia del color político, los partidos con representación parlamentaria han defendido de forma unánime la cogestión, que se vislumbraba como una solución de consenso. El Govern de las Illes Balears y el de Canarias han sido muy insistentes durante años en solicitar la cogestión, hoy ya completamente descartada. La privatización será unitaria, puesto que desde el primer momento se descartó la fragmentación de AENA. Balears y Canarias, evidentemente, solo aspiraban a cogestionar los aeropuertos radicados en su propia comunidad. Hoy, la batalla está perdida.
AENA ha iniciado el proceso de privatización. El Estado, a través de Enaire, conservará el 51% de la empresa, que contará con un nucleo duro formado por la Corporación Finaciera Alba -de la familia March- (8%), Ferrovial (6,5%) y el fondo británico The Children's Investment Fund (6,5%). El nuevo consejo de administración de AENA estará formado por 15 miembros y presidido por José Manuel Vargas, que será consejero ejecutivo. El Estado nombrará siete miembros, que aún no han sido designados. En cambio, sí se sabe ya quiénes serán los cuatro consejeros independientes (Fernando Abril Martorell, Eduardo Fernández Cuesta, Juan Ignacio Acha-Gorbea y el mallorquín Simón Pedro Barceló). Los representantes de las empresas que conforman el núcleo duro no han sido desvelados todavía.

EL GOVERN Y EL PP. Tanto el presidente José Ramón Bauzá como el conseller de Turisme Jaime Martínez se han mostrado satisfechos por la presencia balear en el núcleo duro del accionariado (Corporación Financiera Alba) y en el consejo de administración (Simón Pedro Barceló). Bauzá y Martínez han destacado que los March conocen perfectamente cuáles son las necesidades de Balears. Atrás quedan los tiempos más reivindicativos. De hecho, aún el pasado enero, Miquel Ramis, portavoz del PP y diputado en Madrid, aseguraba sobre la privatización que “es una hipótesis de la que no tenemos constancia oficial” y recordaba que la apuesta popular era la “cogestión”. Ahora, una vez que el proceso de privatización ya es definitivo, el discurso de los populares se centra en valorar positivamente la presencia balear en el consejo de administración.

EN CONTRA. El PSIB, Més e izquierda Unida mantienen su posicionamiento contra la privatización de forma clara y contundente. Especialmente duro ha sido el flamante presidente del PI en Mallorca, Josep Melià, que ha criticado la privatización y ha recordado la apuesta por la cogestión.

Los sindicatos, también de forma unánime, se han mostrado contrarios a la privatización e incluso han iniciado ya movilizaciones. Josep Oliver, aún presidente de CAEB el pasado enero, defendía “la cogestión y no la privatización” y explicaba que “el modelo de cogestión debería dar entrada a los representantes del tejido empresarial y considerar los aeropuertos insulares como estratégicos”. Carmen Planas, ahora presidenta de la CAEB, señalaba día atrás que “la entrada de inversores de Balears en el accionariado y en el consejo de administración de AENA es una excelente noticia para Balears”.

Hoy por hoy, solo sabemos las tres empresas que ostentarán el 21% del total. El resto, hasta alcanzar el 49% que será privatizado, será colocado con una Oferta Pública de Valores (OPV). En principio, la rentabilidad por dividendo variará entre el 3% y el 5%. Las previsiones del presidente de AENA, José Manuel Vargas, señalan que podría destinarse a retribuir a los accionistas el 50% de los beneficios.

BUENOS NÚMEROS. Los números de AENA son buenos, muy buenos. Hoy por hoy, es una empresa saneada, aunque con una deuda aún muy importante. Los aeropuertos de la empresa son diversos y presentan balances muy diferentes. Son numerosos los que presentan pérdidas, aunque los resultados de los más grandes permitieron a AENA cerrar 2013 con sustanciosos beneficios (580.080.000 euros) y con una deuda acumulada de 12.065.550.000 euros. El activo fijo neto asciende a 15.488,99 millones.

El pasado año, los ingresos de explotación aumentaron de forma espectacular, alcanzando los 2.925,72 millones de euros. La cifra recaudada por servicios aeroportuarios ascendió a 2.871,00 millones, mientras que los ingresos por conceptos comerciales fueron de 699,64 millones. Otro tipo de ingresos dejó en caja 54,72 millones.

AENA mejoró considerablemente sus cifras durante el pasado año, puesto que además de aumentar los ingresos consiguió rebajar sus gastos. En 2013 gastaron un total de 2.184,76 millones de euros, de los que 332,46 fueron de personal.

La cuenta de resultados intermedia a 30 de junio de 2014 refleja que AENA continúa mejorando sus números. A 30 de junio de 2013, los beneficios eran de 91.168.000 euros, mientras que en 2014 crecían hasta los 210.113.000.

EN BALEARS. AENA, como se sabe, gestiona los cuatro aeropuertos de Balears (Son Sant Joan, Menorca, Eivissa y Son Bonet). El aeropuerto de Palma es el segundo de España por beneficios, puesto que cerró el año pasado con un superávit de 97,61 millones de euros, solo por detrás de Barcelona-El Prat (168,27) y superando a Madrid Barajas (84,70).

Son Sant Joan ha incrementado beneficios durante 2013, ha aumentado sus ingresos -tanto por servicios aeroportuarios como por los comerciales-, al tiempo que reducía también sus gastos de explotación. En este sentido, los ingresos de explotación han pasado de 248,39 millones de euros en 2012 a 266,66 el pasado año. Los gastos, que superaban los 150 millones de euros en 2012, se reducían hasta los 132,29 millones de euros en 2013. Los beneficios, de esta manera, alcanzaban los 97,61 millones de euros, cuando en 2012 fueron de 73,88 millones. El aeropuerto de Palma destaca también por no tener ni un solo euro de deuda acumulada, contrastando así con Madrid-Barajas, que debe 5.374,02 millones de euros y Barcelona-El Prat (con una deuda de 1.368,27 millones).

El aeropuerto de Eivissa cerró el ejercicio de 2013 con beneficios. Incrementó ganancias y, además, redujo su deuda. Durante el pasado año, los ingresos de explotación del aeropuerto pitiuso fueron de 59,01 millones de euros, mientras que en 2012 habían sido de 54,41. Los gastos se redujeron de 44,71 millones de euros en 2012 a los 39,62 el pasado año. De esta manera, los beneficios fueron de 12,76 millones de euros y el 2012 habían sido de 7,05 millones. La deuda, además, se redujo de 17,91 millones de euros a solo 3,65.

El aeropuerto de Menorca ha mejorado también sus cifras en 2013 respecto al año anterior, aunque continúa en pérdidas. El pasado año, ascendieron a 6,06 millones de euros, mientras que en 2012 el resultado negativo había ascendido a 9,65 millones. Destacar que se incrementaron los ingresos de explotación, tanto los de servicios aeroportuarios como los comerciales, y que se redujeron los gastos. El aeropuerto menorquín rebajó tambén su deuda, que quedó fijada a fecha de 31 de diciembre en 164,55 millones de euros.

El tráfico en el aeródromo palmesano de Son Bonet es reducido, tanto por su ubicación como por las dimensiones de la pista. Los esfuerzos de la dirección de AENA por rentabilizar al máximo la empresa han alcanzado a Son Bonet, que ha mejorado también sus números. Las pérdidas de 2012 fueron de 1,75 millones de euros, mientras que el último ejercicio se cerró con un resultado negativo de 800.000 euros.

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