Nacido en 1966 en Sant Joan de les Abadesses (Ripollès), Albert Bosch ha cimentado su vida mezclando sus dos grandes pasiones, el emprendimiento en temas de medio ambiente y la aventura. Puede presumir de haber participado en el Rally Dakar en 8 ocasiones; haber completado el Proyecto “7 Cumbres”, consistente en escalar las cimas más altas de cada continente, o haber corrido más de 100 carreras de diferentes disciplinas de deportes extremos. Ha sido también el primer español en llegar al Polo Sur desde la costa sin asistencia, experiencia que le inspiró para escribir “Vivir para sentirse vivo”.
En sus conferencias comienza haciendo hincapié en su procedencia, ¿le ha marcado mucho este hecho?
Vivir en las montañas, en un pueblo situado en medio de los Pirineos, alguna cosa me ha aportado al carácter. Siempre he estado conectado a la naturaleza y también he intentado que mi profesión como emprendedor estuviese relacionada con ella de alguna forma. No quería disfrutar simplemente de la naturaleza, quería aportar algo y a través de nuestro trabajo ayudar a su sostenibilidad para las próximas generaciones. Me ha marcado un propósito en la vida.
- Como emprendedor se centra en las energías renovables...
-No solo en las energías renovables, también en el tratamiento de aguas o residuos. No basta con ser neutro, hay que hacer todo aquello que tenga un beneficio para el medio ambiente.
- ¿No es este un momento complicado para las energías renovables en España?
- Es un momento pésimo. Económicamente le han dado poca trayectoria de futuro, han penalizado a los que habían confiado en el Estado con la inseguridad jurídica que esto supone. Estratégicamente creo que es un gran error para la competitividad del país y evidentemente para el medio ambiente.
- ¿Le preocupa la actitud del Gobierno en este sentido?
- Primero queríamos ser los más chulos con unas primas insostenibles (anterior gobierno) y de golpe hemos pasado a no solo no tener sino a cargarnos a los que habían confiado en el Estado. Todo lo invertido hasta ahora se ha tirado a la basura, y esto es la peor inversión del mundo. Cuando te equivocas asumes los errores, pero en un país donde el 83% de la energía depende de recursos exteriores no se tiene que ser muy listo para saber que la competitividad dentro de 10 o 20 años estará afectada por esta dependencia exterior en un mundo devorador de recursos fósiles. No tenemos, somos una mierda en la generación de estos recursos y apostamos por ellos en lugar de hacerlo por la competitividad futura con inversiones en I+D+i, todo eso se lo han cargado de raíz por años.
- ¿Qué consejo le daría a un emprendedor que se quiera meter en renovables?
- Que no se fíe del Estado porque es un estado estafador. No solo está mal concienciado con el medio ambiente sino que es cortoplacista. Que no se fíe porque puede salir escaldado, no solo el pequeño inversor, sino que los grandes fondos internacionales que han apostado por esto en España también han salido tocados. La primera obligación de un emprendedor es saber en qué tesitura está y descubrir que este no es un país como los del norte, sino que se parece más bien a Nigeria o Kenia a la hora de hacer negocios. Ha de tener una visión global. En este sentido uno de mis errores ha sido centrarme mucho en España. También debe intentar no apostar por un único modelo de negocio, es más seguro diversificar.
- ¿Cuál es su experiencia empresarial en Balears?
- Estuvimos cerca de cerrar un acuerdo para dotar a Son Moix de energía renovable pero no lo llevamos a cabo. Creo que es una sociedad con mucho mérito, marcada por el factor insular, con una economía muy enfocada a un único factor como es el turismo. Por eso está muy bien que surjan iniciativas como estas que estamos viendo en la CAEB que, apoyándose en el turismo, propongan otros modelos de negocio. Biotecnología, biomasa, agricultura... no están vinculados con el sector principal pero se puede sacar provecho de su presencia tanto como clientes potenciales como posibles patrocinadores.