Palma será a partir del mes de julio el epicentro del universo de Joan Miró. Será a través de Paysage Miró, una gran exposición que involucrará a varias instituciones isleñas como la Fundació Miró Mallorca, Es Baluard Museu d’Art Contermpoani, el Casal Solleric o sa Llonja, en colaboración con el Govern. A su vez, se trata de una muestra que ha desarrollado sinergias con importantes centros estatales como el Centro Nacional de Arte Reina Sofía o el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA).
La Fundació Miró será uno de los epicentros de esta gran exposición. Lo hará desde la muestra satélite La guspira màgica, en la que la obra de Miró convivirá con importantes creaciones de algunos de los artistas más importantes de la Europa del siglo XX. Entre ellos, nombres como Vasili Kandinsky, Pablo Picasso, Paul Klee, Alberto Giacometti, Marcel Duchamp, André Breton o el americano Alexander Calder. Todos ellos, amigos del propio Miró, a quien le cedieron estas obras que fueron no solo regalos, sino influencias.
‘Guernica’
El malagueño Picasso es uno de estos invitados de excepción a la muestra. Lo hará con dos de los grabados que conforman la serie Sueño y mentira de Franco. Se trata de dos obras que guardan relación con el conocido Guernica. Se realizaron en planchas de cobre en 1937, en plena Guerra Civil, y a modo de viñetas. Son dos cesiones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, procedente del legado Picasso.
Klee es otro de los grandes nombres que llegarán a Palma. El pintor suizo-alemán participará en el proyecto con Beschwingte Bindungen, una obra que data de 1930 y que llega procedente del MACBA.
También del Museo Reina Sofía llega la obra de Giacometti Pequeño Busto o Busto de Diego. El suizo formará parte de Paysage Miró con esta escultura datada entre 1950 y 1951 realizada en bronce patinado.
Otro gran nombre del siglo XX es el de Kandinski, que aterrizará en la Fundació Miró a través de su obra Frei (Libre), fechada en 1927. Se trata de un óleo sobre cartón que procede también del Reina Sofía y que es una aproximación al arte del pintor ruso considerado como un precursor de la abstracción.
Uno que juega en casa será Fernand Léger con su obra Esquisse pour les plongeurs, que llegará a laMiró viajando desde Es Baluard de Palma. Se trata de una obra de 1941, un óleo sobre lienzo, y que procede de la colección privada de Miró y que capta una escena de submarinistas, una temática que el artista francés inicia en Marsella.
Otras de las piezas que se podrán disfrutar son Ritou y Constellation, del americano Alexander Calder. El primero es un móvil hecho de alambre, cuerda, lámina de metal y pintura datado en 1936. Mientras que la segunda, que está fechada en 1944, se trata de una escultura de maderas pintadas y unidas a través de hilos de acero.
Ritou es uno de los primeros ejemplos de hanging mobile (móvil colgado), mientras que la segunda, procedente de una serie de esculturas iniciada en 1943, es una obra de pared con una parte móvil que busca la forma rítmica y un movimiento contenido, propio de un universo sutil, ordenado, sereno y poético. Las dos tienen importantes reminiscencias con la propia obra de Miró, al igual que lo podemos ver en muchas de las otras piezas que se podrán ver en el resto de la exposición.