"Pasé de decirme 'Tengo un pequeño resfriado' a un 'Tengo cáncer', y aquello fue más de lo que podía soportar", ha declarado Dave Coulier, el actor que encarnase al tío Joey, el protagonista de la exitosa serie de los años 80 y 90 Padres Forzosos en una entrevista que ha concedido a la revista People.
El intérprete, de 65 años y asentado en Detroit, ha explicado que le diagnosticaron un linfoma no de Hodgkin en estadio III el pasado octubre, pero que todo empezó de una forma muy diferente, cuando tenía una pequeña infección respiratoria que se le fue complicando conforme se le hinchaban los ganglios linfáticos.
Por ello, los médicos no dudaron en realizarle una serie de pruebas —una biopsia, una tomografía...— y el resultado les pilló por sorpresa a todos. "Tres días después, los doctores me llamaron y me dijeron: 'Ojalá fueran estas mejores noticias para ti, pero los que tienes es un linfoma no de Hodgkin, se llama de células B, y es muy agresivo", ha explicado el actor.
Coulier ha definido estas últimas semanas como "un viaje muy rápido en una montaña rusa", en el cual ha agradecido que su esposa desde hace una década, Melissa Bring, le haya ayudado tanto, sobre todo porque él está a punto de ser abuelo —su hijo Luc, fruto de su matrimonio con la modelo Jayne Modean a principios de los noventa, se convertirá en padre primerizo en marzo—.
"Nos pusimos de acuerdo y nos preguntamos: 'Vale, ¿y ahora qué hacemos?'. Y [los médicos] ya tenían un plan muy concreto sobre cómo iban a tratarlo", ha explicado, comenzando por una prueba que le hicieron para comprobar si estaba afectada la médula ósea y que dio negativo: "En ese momento, mis posibilidades de curarme pasaron de ser muy bajas a un casi 90%. Así que fue un gran día".
Dave Coulier ha detallado que empezó la quimioterapia dos semanas después del diagnóstico y que él mismo decidió raparse. Asimismo, ha contado que tiene sus "días buenos y días malos". "Algunos días tengo náuseas y mareos, y luego hay otros en los que los esteroides me hacen más efecto y siento que tengo mucha energía", ha contado en su propio pódcast este miércoles.
"No voy a intentar ocultarle nada a nadie. Prefiero hablar de ello, abrir el debate e inspirar a la gente", ha dicho, así como que tiene antecedentes familiares de la enfermedad —su madre, su hermana y su sobrina fallecieron de cáncer de mama—. Para finalizar, ha confesado: "He tenido una vida increíble en un camino lleno de gente increíble a mi alrededor y por eso estoy bien. Eso te cambia la forma de pensar, seguro".