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Fiesta, rock y amor en la despedida de Anegats

La banda de Son Servera arrasa con un épico y rockero último concierto frente a una emocionada multitud en el Velòdrom Illes Balears

Anegats mostró sobre el escenario todo su potencial y ofreció un recital lleno de energía que los allí presentes no podrán olvidar. | TOMÁS NONTES

| Palma |

Una multitud entregada se congregó anoche en el Velòdrom Illes Balears para asistir a una ocasión muy especial. No todos los días se despide de los escenarios una de las bandas más exitosas y populares del panorama musical balear de las últimas décadas. El adiós de Anegats, que debía celebrarse en dos tiempos, con sendos conciertos programados para el sábado y el domingo en el Pati de la Misericòrdia, se unificó finalmente en un solo concierto en el conocido como Palma Arena, lo que dio aún más emoción y épica a la velada.

En el público, gente de todas las edades y procedencias, con una llamativa presencia de familias con niños que disfrutaron de lo lindo correteando por las faraónicas instalaciones del velódromo. Había incluso seguidores peninsulares que no dudaron en trasladarse hasta Mallorca para ver por última vez en directo a la banda nacida en Son Servera en 1994 y refundada en 2004, que se despide con dos décadas de trayectoria discográfica y una decena de álbumes a sus espaldas.

Entre los asistentes se encontraba la presidenta del Govern, Marga Prohens, quien reconoce ser fan de la banda desde sus inicios. «Yo era de las que iba a las verbenas de pueblo a verles actuar. Es una lástima que se despidan. Quiero darles las gracias por tantos años de canciones que ya son himnos y tantas actuaciones en casi todos los pueblos de Mallorca. ¡Viva por siempre Anegats!», exclama.

Emotivo

Tras las sólidas actuaciones de Anglada Cerezuela y Cabot, los serverinos no defraudaron y pusieron sobre la mesa todo su arsenal de éxitos, con un concierto festivo y emotivo a partes iguales que devolvió a los presentes a veranos, verbenas, amores, amigos y experiencias del pasado, como solo consiguen las bandas que han calado hondo en la cultura popular y en la memoria vital de un pueblo.

El público respondió con un cariño incondicional que iba más allá de la banda en su conjunto para centrarse personalmente en cada uno de sus componentes. Unos visiblemente emocionados Pep, Paco, José Juan y compañía se vieron por momentos casi superados por el abrumador calor que les brindaron los amigos, familiares y seguidores allí presentes, en una demostración definitiva de Anegats es uno de los grupos más queridos de Mallorca.

Tras pedir disculpas y dar explicaciones por el cambio de recinto y la reprogramación en un solo concierto, los Anegats arrancaron fuerte, con El missatge és clar, el primer gran éxito de su carrera. Este himno levantó instantáneamente al respetable, tres mil personas que corearon con ganas el ‘tiruri quac quac’ del estribillo y ya no dejó de cantar y dar palmas en todo el recital.

Continuaron con una contundente Irreals y una rockerísima Tic Tac, con las que el público acabó de perder la timidez y empezó a dar saltos y levantar los brazos al son del verso ‘mans en l’aire’. La banda dio algo de tregua con Pescador de canya y continuó en clave de rock durante todo el concierto. A lo largo de la velada, se sucedieron todos los hits.

Anegats sonó poderosa y en plena forma, pero sobre todo, cálida, conectada y con la emoción a flor de piel. No todos los días se despide –aunque la localidad de Son Servera, contó la banda antes del inicio del recital, les ha propuesto realizar otro concierto de despedida, aunque no es oficial– uno de los escenarios tras haber formado parte de una de las bandas más exitosas y queridas del panorama musical balear de las últimas décadas.

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