La formación marratxinera Komodo García lanza hoy su EP Antes de las seis (Produccions Blau), viaje sonoro a una noche en la que puede pasar cualquier cosa. La banda, que la componen Álvaro Vigara (teclados y voz), Bernat Amengual (batería), Pablo Debaecker (guitarra) y Aleix Pizà (bajo), explica que mantienen la «línea de seguir creciendo».
Así pues, Antes de las seis es el primer trabajo realizado bajo el paraguas de un sello discográfico y explican los miembros de la banda que se han sentido «apoyados y ayudados a dar un pasito en nuestra evolución». A su vez, el acompañamiento ha sido «cercano y de trabajo diario», siendo Blau un «elemento regulador» para tomarlo todo en serio y hecho siempre desde una «transparencia» que agradecen.
A su vez, a nivel de producción, se han sentido casi como un niño en una tienda de chucherías. Realizado junto a Jaume Gelabert de Tramuntana Estudis, la banda cuenta que «han dado un salto» y que se han «sentido superlibres» para probar, jugar y tener a mano «muchas posibilidades» que han visto como «un paso necesario» para elaborar un EP más «maduro», pero que no deja de ser un paso previo «para lo que va a venir» y «establecer las bases de un proyecto profesional». Es más, comentan que incluso «hemos pecado de poner muchas cosas», aunque luego se ha depurado y explican que «todo lo que está en el disco está por una razón, tiene sentido».
En cuanto al apartado compositivo y sonoro, detallan que «es algo diferente a lo que hemos hecho hasta ahora», describiéndolo como «más oscuro», pero con la esencia de Komodo. Explican que, como grupo, parten de la música, concretamente de una idea básica de piano normalmente, que luego deconstruyen para poder «asignar» a cada instrumento lo necesario y así crear.
Lo último son, precisamente, las letras, de las que se ocupa Vigara, y en las que habla en este disco «de todo eso que ocurre durante la noche, historias nocturnas que pasan antes de que salga el sol». Todo visto, cantado y tocado desde el alter ego que es para todos ellos Komodo García: «Un recopilatorio de anécdotas, frustraciones, marrones y de lo que hemos vivido juntos o separados y que nos ha pasado en plena noche».
En Antes de las seis, las letras también apelan a lo generacional, «la ansiedad, el haberse preparado para algo para lo que luego no vales», pero los temas recurrentes como el amor y lo nostálgico vuelven porque «forman parte de mí», detalla Vigara.