Manuel Ripoll Billón (Palma, 1945), el librero de viejo «más importante de Mallorca y puede que del siglo XX», según lo afirma Rosa Planas en el volumen publicado recientemente por Lleonard Muntaner, Història d’una llibreria antiquària, protagoniza un hito histórico en Mallorca: la exposición de obras de Alfred Cossman (Viena, 1870-1951). Según destaca Ripoll, conocido coleccionista y hasta hace poco director de la emblemática Librería Ripoll –que actualmente regenta su hija Carolina en la calle Can Sanç de Ciutat–, Cossman es «el mejor grabador europeo de su época, especialmente entre las décadas de 1920 y 1950».
Además, la muestra, que se inaugura este jueves a las 13.00 horas en Can Bordils –espacio que alberga el Arxiu Municipal de Palma– forma parte de otro evento de gran relevancia: la celebración, por primera vez en Mallorca, del Congreso Internacional FISAE. Se trata de una cita organizada desde la Associació Catalana d’Exlibristes y Contratalla Art, que precisamente llega a Ciutat en su 40 edición. La cita, que se lleva a cabo por todo el mundo, se celebró el año pasado en San Francisco.
Para la ocasión, Ripoll ha seleccionado una muestra exhaustiva de su colección privada centrada en el célebre artista vienés. «Llevo muchísimos años coleccionando obra de Cossman, por lo que he tenido que hacer un gran esfuerzo para elegir qué enseñaba y qué no», reconoce. Sobre Cossman, Ripoll destaca que «si bien fue una gran figura en el mundo del grabado, cuando cayó enfermo alrededor del año 1949 apenas hizo nada más». Con todo, insiste en que «está considerado el mejor grabador europeo de su tiempo». «En principio, todos los artistas deben ser buenos dibujantes, porque es la base de todo su trabajo» y, en el caso de Cossman, su talento era «impresionante».
En este sentido, Ripoll valora el simbolismo que atraviesa toda su carrera. «Dentro de Cossman cabe todo», afirma. Por ello, en esta exposición se incluyen una quincena de dibujos, una docena de obras gráficas y 65 ex libris. Entre ellas se encuentra el único ex libris que realizó para un español, concretamente, para el comerciante catalán Frederic Joan Miracle i Vila. En este apartado, Ripoll recalca también que se exhibirán dos dibujos preparatorios de los ex libris, algo bastante inusual, además de varias pruebas de dibujos y de impresión, algo que hará que el visitante pueda entender cómo trabaja un grabador y el arduo proceso que se esconde tras un ‘simple’ dibujo.