Carlos García, palmesano de 26 años, fue uno de los 55.000 afortunados en asistir al primer concierto de Bruce Springsteen en el Estadio Cívitas Metropolitano de Madrid la semana pasada, donde también actuó el viernes y este lunes. García, que ya vio al ‘Boss' hace un año en Montjuïc, reconoce que en Madrid notó «un cambio en la voz», algo que achaca a la edad [74 años] y al estado de salud. «Es cierto que fue un concierto de tres horas e incluso hay jóvenes de hoy en día a los que les cuesta estar sobre el escenario poco más de una hora. La primera mitad fue más calmada, con canciones más lentas y se notaba que él no estaba al cien por cien, pero la última parte fue brutal, mucho más rockera», recuerda.
Además, destaca que el cantante se acercó en varias ocasiones a las primeras filas, saludando cariñosamente a sus fans cuyo grueso se situaba sobre todo entre los 30 y 40 años, aunque también había niños subidos a hombres de sus padres. «Tuve la sensación de que él estaba especialmente sensible, como si fuera una despedida», añade. Cuenta que su pasión por el estadounidense le llegó a través de su padre, quien «siempre ponía discos y compraba libros sobre él». De hecho, acudió al concierto con sus padres y algunos amigos.
Otra mallorquín que no quiso perderse la cita fue Tomeu Riera y su familia. «Fuimos este lunes y nos encantó, fue pura energía. Las tres horas de concierto fueron espectaculares que nos hicieron sentir una felicidad conjunta brutal. Fueron tres horas de no pensar en nada más que cantar, saltar y disfrutar», explica el marratxiner.
Asimismo, un grupo de amigos de Alaró también han acudido al Estadio Cívitas Metropolitano de Madrid. «Tener al 'jefe' a escasos metros, con 74 años a sus espaldas, generando un éxtasis de adrenalina a más de sesenta mil personas, provoca una sensación agridulce, porque se entremezclan locura y nostalgia al pensar que tal vez será de las últimas veces que le disfrutemos», expresa Pedro Jiménez.
Y el ‘Boss' repite en España. Hoy mismo y el sábado será en el Estado Olímpic Lluís Companys de Barcelona y Daniel García, junto a su esposa Lucía, estarán ahí. García, de hecho, repetirá los dos días en la que será su «vigésima» vez viendo en directo a Spinrgsteen desde que 1999, cuando le vio con la E Street Band por vez primera. «Le he escuchado toda la vida», reconoce el mallorquín que explica que la canción Thunder road sonó en su boda y fue «la primera que escuchó mi hijo».
Para él, los conciertos de Bruce son «ver en directo a una banda de rock de verdad» y una excusa para «reencontrarnos con gente a la que hace años que no vemos. Personas de España y Europa a la que nos ha unido su música». Gente como él mismo y su mujer, quienes comparten el amor por el 'Boss' a quien ella vio por primera vez en un concierto de U2 en Filadelfia cuando él subió a tocar la guitarra. García explica que al día siguiente de que ella le contara la anécdota, él le regaló el «grabado pirata de esa misma actuación».
Y 20 veces pueden parecer muchas, pero no serán todas ya que «el año pasado parecía una despedida, pero seguramente repetirá en Europa el año que viene y allí estaré».