Rafa Cortés no quería hacer Fiona. Digamos que no entraba en sus planes, pero menos mal que la cosa cambió y el no-proyecto acabó por existir. El corto, protagonizado por Victoria Luengo, Enric Auquer y Rhys Ifans, está gozando de un enorme e «inesperado» éxito en festivales con su más reciente selección siendo el Concurso de Cortometrajes de Versión Española y la SGAE, prestigioso certamen de solo 10 títulos al año y que permitirá ver Fiona el 5 de mayo en TVE. Todo ello es el espaldarazo necesario para cumplir el propósito por el cual nació el proyecto: posibilitar el rodaje Raymond, el tercer largometraje de Cortés y continuación de Fiona que rodará a principios de 2025 en la Isla «si se cumplen mis deseos».
Relata Cortés que todo se inició hace diez años, cuando los hermanos Pablo y Daniel Remón, reconocidos autores de cine y teatro, le contactaron para dirigir un largo, Raymond, sobre un tipo que prefiere que crean que morirá de una enfermedad que no padece a reconocer que no se siente a la altura de la mujer que ama. Cortés aceptó con una condición: «Darle la vuelta con un toque de comedia». Estrecharon manos y comenzó así a convivir con «unos personajes a los que he ido conociendo muy bien».
Mallorca
El proyecto, sin embargo, quedó encallado, con planes de rodarse en Londres, luego en Madrid, sin hallar la fórmula. La bombilla se encendió al surgir la opción de rodar un corto aquí a través de la iniciativa institucional Mallorca Soul: «De repente, todo encajó». Fiona se ubica «tres años» atrás en el tiempo respecto a la historia de Raymond, concretamente cuando sus protagonistas, a quienes dan vida Auquer y Luengo, se conocen en una glamourosa fiesta en Banyalbufar.
«Con la incorporación de los actores, los personajes tomaron vida y se evidenciaron cosas que no había imaginado», por un lado porque Auquer, a quien conoció en Quien a hierro mata, «añadió una inocencia y ternura al protagonista que multiplicaba el poder de la historia». Mientras que Luengo, a quien descubrió en Antidisturbios, le pareció «una superdotada de la interpretación que da a sus personajes una suerte de transparente inteligencia solo por el hecho de interpretarlos».
De hecho, relata que Luengo logró «que un personaje que podría haberse quedado en un complemento del protagonista masculino creciera hasta estar, cuando menos, a la altura de él». La intuición de juntarles para estos personajes que a priori les quedan tan lejos es «parte del trabajo» del director: «Prever cosas que no puedes probar, pero que comprobarás» como la ahora evidente química entre estos dos actores.
La guinda del pastel es el personaje del pianista, una especie de «narrador silencioso» de la acción entre Auquer y Luengo. Le da vida Rhys Ifans, reconocido actor galés que muchos descubrimos en Notting Hill y a quien hemos visto en La casa del dragón. Es el pianista que ambienta discretamente una fiesta y da color y forma a los sentimientos de Luengo y Auquer desde las notas de su instrumento. Cortés supo que necesitaba a «alguien muy potente» para llenar de sentido esa muda aparición y Ifans da «magia y peso sin necesidad de despegar los labios, algo solo al alcance de los grandes».
No es menor la labor de Sergio Llopis, compositor de la banda sonora y ejecutor de la música a piano, y cuyo trabajo valora Cortés como «especialmente brillante» al «completar el personaje de Ifans a través de la banda sonora». ‘Piropazo' para el compositor.
Futuro
La selección de Fiona en Versión Española, tras pasar por certámenes donde el nombre de Mallorca resuena con el corto, es «un honor tremendo», dice Cortés, y recuerda que fue allí donde logró el premio a Mejor Película del Año con su primer largo, Yo, hace 17 años. Lo irónico de Fiona es que Cortés no pretendía hacerla, ya que su interés estaba en Raymond, y nació como una ‘parada técnica' para coger impulso en el largo trayecto que es sacar una película adelante, pero lo cierto es que «ha tomado vida propia y nos está dando muchas alegrías».
Y sí, hemos dicho que Raymond es la tercera película de Cortés cuando solo se le conoce un largometraje anterior, Yo. Esto se debe, como él mismo explica, a que el pasado verano rodó «una película con dos grandes actores gallegos, dos grandes chilenos y un Lannister de Juego de Tronos». De ello, sin embargo, todavía no puede hablar.