Los Bous de Costitx, la Dama de Elche, la momia de Herques, el Guernica… comunidades autónomas e instituciones mantienen desde hace años reclamaciones de decenas de piezas de patrimonio arqueológico y artístico depositadas en museos estatales para que vuelvan a sus emplazamientos originales.
La intención anunciada por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de elaborar un registro de obras incautadas por el franquismo y de revisar las colecciones de los museos estatales para «superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas» ha vuelto a poner de actualidad esas peticiones aunque no se refieran estrictamente a piezas expoliadas ni procedentes de colonias.
Sobre los Bous de Costitx, se trata de uno de los máximos exponentes de la cultura talayótica en las Islas Baleares, tres cabezas de bronce halladas en 1895 y que se exponen en el Museo Arqueológico Nacional.
Las autoridades baleares han solicitado una y otra vez que las piezas vuelvan a Mallorca y algunos han querido ver en las palabras de Urtasun una posibilidad de conseguirlo, al menos temporalmente.