Cuenta Pilar Rosselló, abogada de las monjas jerónimas del Convent de Santa Elisabet, conocido como Sant Jeroni, que ellas, que han vivido en clausura en este lugar durante cientos de años, celebraban intramuros la propia Semana Santa, haciendo procesiones por los claustros del lugar. Las monjas ahora ya no viven aquí, pero sí permanece su patrimonio, su legado y, en cierto sentido, «su filosofía». Para celebrar y «honrar» esta misma vida, llega este miércoles, a partir de las 19.00 horas, el concierto de La Passió, en el que se unen voz, verso, música e imagen en una ocasión única cuyas entradas pueden adquirirse con anticipación y en la puerta misma mañana, antes del acto.
A través de los textos del médico y poeta Miquel Mestre, que estructuran la propuesta con seis monólogos de varios personajes que de una manera «fiel» relatan lo que debió ser la crucifixión de Jesús, las voces del Cor del Il·lustre Col·legi d'Advocats de les Illes Balears resonarán acompañadas del impresionante órgano del siglo XVI de la iglesia, tocado por Bartomeu Seguí Campins, a quien se une al piano Javier Sánchez Moreno.
Todos ellos forman la parte musical de un espectáculo que sin dejar de ser íntimo, no carece de grandiosidad y cuya escenografía, a cargo de Pere Terrassa, llega capitalizada por un Calvario que forma a través de figuras de madera recortadas una imagen real y misteriosa de un Jesús crucificado acompañado de María, María Magdalena y Juan. Se trata de piezas que datan del siglo XIX y que no se habían utilizado en unos 80 años.
Con este contexto, las piezas musicales que pondrán el broche son la Regina Coeli Laetare y Hebdomada Sancta Simplex, obras dos piezas sacras, apropiadas para la ocasión, que se intercalarán con los diferentes monólogos escritos e interpretados por el propio Mestre a través de una lectura dramatizada y que se pondrá en la piel de Mateo, Pedro, Judas, Pilatos,, Verónica y María Magdalena.
Tal y como detalla el propio Mestre, la idea de la Pasión como concierto llegó de la mano del maestro Rafel Nadal, abuelo del tenista, que concibió una Pasión para el Claustre de Manacor. Aquella idea, representada por todo lo alto, da lugar ahora a una versión más íntima y cercana, en la que el texto de Mestre llega inspirado por Rey Jesús, de Robert Graves, que fue la raíz para los seis monólogos escritos por Mestre y que «acompañados de la música entran mejor en el alma».
Por otro lado, el propio Mestre detalla que todo también tiene relación con una tesis suya escrita desde su faceta médica acerca del proceso de la crucifixión y lo que provoca en la misma la muerte. El relato fidedigno con la realidad es, por lo menos, muy presente en el trabajo de Mestre y en sus textos, que destaca que además de la obvia lectura política que puede extraerse al haber un «relato de una Palestina ocupada, la visión romana, que es la que ocupa, y la visión humana, muy humana, sin milagros» de lo que vivió Jesús.
Por otra parte, tanto Mestre como Rosselló, quien hará las veces de solista, destacan que el concierto es a su vez una manera de mantener vivo el legado de las monjas de clausura que vivieron aquí, y tal y como destaca Rosselló: «Esto es un lugar sagrado y es importante salvarlo así como a su tradición y la vocación de las monjas».