El escritor húngaro László Krasznahorkai recibirá el Premio Formentor de las Letras de 2024 por «sostener la potencia narrativa que envuelve, revela, oculta y transforma la realidad del mundo» y «construir los fascinantes laberintos de la imaginación literaria», según ha explicado el jurado reunido en Tánger (Marruecos). «La obra de nuestro premiado abarca en su elíptica y demorada evocación los sombríos, bellos y melancólicos paisajes del alma, la abrupta cartografía de la sinuosa peregrinación humana y los secretos murmullos de una ensimismada premonición», según el acta del jurado que recoge una nota de la Fundación Formentor publicada este sábado.
El jurado estaba constituido por Berta Vías Mahou, Dulce María Zúñiga, José Enrique Ruiz-Domènec, Andrés Ibáñez y por su presidente, Basilio Baltasar. La nota recoge que la obra del premiado «abarca en su elíptica y demorada evocación los sombríos, bellos y melancólicos paisajes del alma, la abrupta cartografía de la sinuosa peregrinación humana y los secretos murmullos de una ensimismada premonición». El jurado considera que los personajes de László Krasznahorkai se distinguen por su «lánguida, recóndita y ensortijada personalidad» y que son «siempre densos, imprevisibles y al borde de una delirante redención».
Además, señala que las obras del escritor húngaro «nos devuelven la virtuosa flema de la lectura y la contemplación de lo extraño, solemne, letárgico, oscuro y voluptuoso que palpita en el corazón del hombre», y apunta que el premiado «renueva así la autoridad estética de la gran literatura». «Por todo ello, por dar a conocer a los lectores el legado de la lengua magiar, por restaurar las dimensiones desapercibidas de la imaginación y por el virtuosismo de su elegante escritura, el jurado concede el Premio Formentor de las Letras 2024 al escritor húngaro László Krasznahorkai», concluye el acta.
Nacido en Gyula (Hungría) en 1954, Krasznahorkai estudió derecho y lengua y literatura en Hungría y trabajó algunos años como editor antes de dedicarse a la escritura. Dejó la Hungría comunista en 1987 y viajó a Berlín Occidental, antes de pasar largos períodos en Mongolia, China y después en Japón, escenarios que trajeron cambios estéticos y estilísticos en su escritura. Su primera novela, «Satantango» (1985) traducida como «Tango satánico», lo llevó al centro de la vida literaria húngara y sigue siendo su obra más conocida. También destaca «Melancolía de la resistencia» (1989), ambas novelas llevadas al cine por su amigo, el director Béla Tarr.
Otras de sus obras traducidas al castellano son «Guerra y guerra», «Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río», «Ha llegado Isaías», «Y Seiobo descendió a la Tierra», «Relaciones misericordiosas» y «El último lobo». En 2004 recibió del Gobierno húngaro el Premio Kossuth, uno de los más prestigiosos de su país, por el conjunto de su obra, y también fue galardonado en 2015 con el Man Booker Internacional, y en 2021 el Premio Austríaco de Literatura Europea. El Premio Formentor es un reconocimiento a la calidad e integridad de las obras que consolidan el prestigio e influencia cultural de la literatura, y entre otros lo han recibido Samuel Beckett, Jorge Luis Borges, Saul Bellow, Jorge Semprún y Witold Gombrowicz, Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas y Ricardo Piglia.