La primera exposición en Mallorca del argentino -aunque afincado desde hace 30 años en Madrid- Alejandro Corujeira es una invitación a la introspección, a llevar «un ritmo más pausado». Bajo el título de Mientras tú sueñas, el artista presenta en la galería Fermay de Palma una obra «coherente y compacta» con una serie de elementos formales que se van repitiendo en la quincena de piezas que conforman la muestra, que se inaugura este jueves a las 19.30 horas.
Tal y como destaca el director del espacio, ubicado en la calle Pare Bartomeu Pou 42, Antoni Ferrer, los trabajos de Corujeira, «siendo formalistas, se separan en una parte más analítica y fluida y es una abstracción más orgánica». Además, son creaciones que van siempre desde el interior, con «una estructura y composición que reflejan lo primordial, con imágenes que apelan a lo molecular».
Así, en el espacio conviven títulos como El sonido del viento, El sonido de la intuición, Liviano o Respiración. Responden a una selección de trabajos recientes de Corujeira que apelan a lo sutil, «a cuando sientes que vas a hacer una acción que va a cambiar algo en tu vida», sostiene el artista.
Para transmitir esa cierta relajación o harmonía, el autor usa lo que llama «puntos de energía», que nunca chocan, aunque sí se rozan en una leve fricción. «Es más bien un encuentro de trayectorias gravitacionales», aclara Corujeira, que enmarca las piezas en una suerte de neblina que otorga una atmósfera de profundidad que casa muy bien con el tipo de espacio de la Fermay, luminoso y acristalado.
Por otra parte, el artista también juega con la disposición de las piezas. De esta manera, en una de las paredes de mayores dimensiones, sitúa su pieza más pequeña. En esta, titulada Respiración, trasciende la superficie plana para inscribirse en la tercera dimensión, tomando forma casi de escultura, con una especie de banco de madera de abeto.
Corujeira, que la semana pasada expuso en Londres, reconoce que, a pesar de que su obra no se identifica con ningún objeto concreto, en su mente resuenan referentes claros, como la música jazz contemporánea o la poesía de autores como Paul Celan o T. S. Eliot.