Rels B. , artista de 30 años de Mallorca (Palma, 1993), ha experimentado un crecimiento en la industria que lo ha llevado, este pasado domingo, a cerrar una gira en el Wizink Center de Madrid (con el cartel de todo vendido en la puerta) por la que han pasado 500.000 personas en países como México, Perú, Chile, Colombia, Ecuador o España, donde, además de en la mítica plaza madrileña, consiguió otro sold out en el barcelonés Palau Sant Jordi.
Daniel Heredia Vidal, más conocido como Skinny Flakk o, mejor aún, como Rels B, es ya un artista consagrado en la escena urbana internacional que ahora, tras casi diez años en el mundo de la música, se encuentra en su mejor momento.
Estos números –cuenta con más de 18 millones de oyentes mensuales solo en Spotify– no son inexplicables, sin embargo, sí sorprendentes: Rels B es un artista que proviene del más puro de los subgéneros de la música urbana, el rap, un circuito en el que es muy difícil despuntar si no cuentas con un concepto diferenciador.
Daniel Heredia empezó en esto de la música en 2014, cuando en la escena española se estaba produciendo una renovación artística importante y las viejas leyendas del género, tales como Kase O, SFDK o Toteking, empezaban a dejar paso (en cuanto a números y atención se refiere) a jóvenes talentosos como Yung Beef, C. Tangana, Bad Gyal, Dellafuente o Rosalía. Y a Skinny Flakk, claro.
En ese contexto de renovación y consagración de la escena urbana, muchos artistas empezaron a usar una herramienta más o menos novedosa, potente y que traía de cabeza a la vieja industria discográfica: Internet.
Heredia, quien se fue de casa a los 15 años para trabajar como albañil, debutó en 2014, tras producir algunos temas para otros artistas, con Change or Die, un EP breve de ni siquiera 20 minutos en el que ya se pueden apreciar, a pesar de ser un trabajo marcado por los viejos ritmos clásicos del rap, los primeros despuntes del que sería su estilo (uno mucho más melódico que los de la mayoría y atravesado por resquicios poperos).
Aunque este trabajo pasó más o menos desapercibido (al menos, a los ojos de la gran industria), en 2015 volvió a la carga con un segundo EP, Player Hater, que funcionó diferente al primero: gracias a las nuevas formas de distribución y monetización de la música, tales como YouTube, el todavía Skinny Flakk empezó a viralizarse en plataformas y redes sociales consiguiendo lo que en ese momento tanto se deseaba en el mundo del rap: respeto.
Poco a poco y tras la salida de Boys Don't Cry en 2016, el álbum que le daría todavía más popularidad, Rels B fue convirtiéndose en un auténtico referente de la industria, consiguiendo hitos como colaborar con Dellafuente, uno de los artistas más reputados de la nueva generación de raperos, en Flakk Daniel's, nuevo álbum de estudio que sacaría ya en 2018. Sin embargo, con el éxito, la fama y el dinero, también empezaron a llegar los problemas.
En 2019, con el éxito ya acariciándole la espalda y un futuro más que prometedor en la industria, Rels B fichó por Sony Music, una de las tres mayores multinacionales disqueras del mundo. Este hecho es significativo no solo en la carrera del artista, sino en la industria en general.
En el mundo del rap, siempre se ha considerado un toyaco (un vendido, alguien que no es realmente de la cultura) a quien fichaba por un sello discográfico grande, por lo que en redes sociales se empezó a dudar del artista mallorquín.
En el periodo de tiempo que estuvo con Sony, sacó un disco importantísimo, La Isla LP, en plena época Covid. Este trabajo, muy melódico y con sonidos nuevos para el cantante, fue muy bien recibido por el público, sin embargo, fue también muy criticado en algunos lugares de la escena underground.
Si bien el LP consagraba al artista, consiguiendo una cantidad ingente de nuevos seguidores en Latinoamérica, este trabajo, por tener un sonido mucho más pop, lo alejaba de los fans de su circuito original, el rapero, quienes no lo consideraban tan uno de los suyos (aunque las consideraciones sobre la pureza del sonido ya estuvieran cambiando).
De hecho, en este periodo en el que estuvo con Sony, y según él mismo dijo en su concierto del pasado domingo en el Wizink Center, el artista llegó a pensar en dejar la música, pues no encontraba ningún estímulo nuevo, diferencial, que lo convenciera de seguir. La firma con la discográfica multinacional, considerada en los circuitos de la industria una de las más caras del mundillo, lo había ayudado a posicionarse, sin embargo, también le había mostrado la otra cara de la música, esa en la que la magia del estudio deja de importar tanto como las estrategias de los despachos.
Aun así, en 2021 consiguió su independencia con Sony, tras finalizar el contrato, y volvió con Clase G, un potente EP en el que habla de la vuelta a las viejas formas, a hacer música un poco más de corazón y sin seguir como un libro sagrado las directrices mercadotécnicas de las majors, y cuenta sin tapujos, hasta con chulería, su trato con la discográfica.
Rels B, tres años después de esa no-retirada, es un artista de primer orden en la escena musical española que no solo ha demostrado tener la capacidad suficiente para trabajar sobre cualquier registro (desde rap hasta pop), sino que ha creado una capacidad de movilización muy pocas veces vistas en la música española.
Tras publicar AfroLOVA'23 este mismo año, su último disco hasta la fecha, se embarcó en una potente gira por toda Latinoamérica en la que consiguió un logro que solo otros tres artistas españoles pueden presumir: llenar el Foro Sol de México D.F.
Este espacio mítico de la capital de México, en el que caben 65.000 personas, solo ha sido conquistado en su totalidad por otros tres artistas españoles; Alejandro Sanz, Miguel Bosé y Héroes del Silencio. Ninguno, por supuesto, del género urbano.
Rels B se ha convertido tras el cierre de esta gira (de la que se ha encargado Dale Play) ya no en una estrella emergente de la música patria, sino en uno de los artistas consagrados más importantes de su generación. Sus cifras de oyentes en Spotify, su influencia en Latinoamérica y su capacidad de convocatoria en directo le dan la razón.
Desde luego, es un éxito muy difícil de imitar, sin embargo, se pueden ver las costuras de su secreto cuando se escucha su música y se entiende el trabajo duro, la constancia y las ganas de innovar en todos los aspectos, tanto en el musical (siempre ha seguido adelante con sus canciones, independientemente de la crítica) como el audiovisual (desde sus primeros trabajos, se han visto sus ganas de ponerle atención a sus videoclips). Si no, que se lo digan a sus fans.