El regidor de Cultura de Cort, Javier Bonet, ha explicado esta mañana junto a Fernando Gómez de la Cuesta, director d'Arts Visuals, y Rafel Brunet, responsable de Arts Escèniques del consistorio, los detalles de los presupuestos del año venidero destinados a proyectos y políticas culturales. El acto ha sido en el Casal Solleric precisamente por ser una de las «apuestas» principales de cara a la legislatura. Los datos más llamativos son la reforma integral del Teatre Municipal Catalina Valls, cerrado desde hace más de un año, la partida dedicada a los inicios del museo que albergará el edificio de Gesa, con 500.000 euros, así como las cuantías dedicadas a programación teatral y musical.
El Solleric, pues, ve aumentado su presupuesto en parte por las intervenciones que ya se han comenzado a realizar en varios aspectos del edificio. Estas acciones se acometerán en el techo, que requiere de una importante rehabilitación, así como en las salas subterráneas. En este sentido, serán 190.000 euros será la inversión para este mantenimiento, que Bonet ha calificado de «histórica». A su vez, habrá una apuesta por la atención al ciudadano manteniendo un horario continuo.
Otra importante cuantía va destinada al futuro museo que albergará el edificio de Gesa, para lo cual se invertirán 500.000 euros con el objetivo de «empezar este proyecto». Sin dar todavía demasiados datos, Bonet explicó que las conversaciones con Endesa están yendo muy bien y que el acuerdo puede estar próximo con la empresa. Mientras tanto, este dinero se dedicará a estudios, concursos de ideas y especialistas que trabajen «en lo que es mejor para la ciudad», señaló el regidor.
Can Balaguer también ve un aumento en su partida con el objetivo de que sea «un elemento estratégico» y con la idea de «configurar un equipo centrado en la investigación en artes decorativas». Esto irá de la mano del futuro centro de interpretación de la ciudad que estará en la Plaça Major una vez sea reformada de manera integral.
Otra gran partida es la destinada a Can Ribes, el espacio del Polígon de Llevant que había sido proyectado por la anterior administración como un centro de circo, pero nunca llegó a abrirse. La idea del equipo de Bonet es invertir 300.000 euros para «acabar» las obras de reforma y las instalaciones y que se convierta en un centro de creación e innovación, uniendo una funcionalidad artística con otra de desarrollo tecnológico al estar ubicado el espacio en el que denominado distrito digital. Se espera que pueda estar listo a finales del año que viene.
Por su parte, el Catalina Valls sufrirá una renovación integral que no solo mejore las instalaciones del edificio, en el que había serios problemas de tuberías entre otras cosas que provocaron su cierre hace 14 meses. Ahora, 400.000 euros irán desde Cort a optimizar el espacio de Passeig Mallorca.
La programación teatral y musical también aumenta, pasando de 200.000 a 250.000 euros con el objetivo de «lograr la excelencia y sin exclusión del público, sin importar a quien voten», declaró Bonet. En este sentido, se pretenderá «mejorar la oferta escénica» y, además, se anunció la creación de una compañía de teatro de Ciutat.
También se han eliminado varias líneas nominativas que se entregaban a entidades específicas, como el Teatre Sans o los Enderrock, mientras que otras se mantienen por el «interés» general que suscitan como el Atlàntida Film Festival, que pasa de 25.000 a 35.000 euros o la fiesta del Flexas, que pasa de 20.000 a 25.000 euros. Otras como el Còmic Nostrum desaparece, al igual que la subvención al CineCiutat de 10.000 euros, aunque queda suplida por una ayuda a la Filmoteca Municipal que, según detalló Bonet, se debe a un tecnicismo jurídico. Sí se crea una línea para el Festival Paco de Lucía, por ejemplo, que recibirá 30.000 euros.
El Teatre del Mar, por su parte, mantiene su ayuda, así como la Fundació Miró, mientras que el Institut Ramon Llull deja de colaborar con el Ajuntament para que esta relación se lleve a cabo desde el Consell y el Institut d'Estudis Baleàrics.
Otro proyecto del anterior consistorio que desaparece es todo lo programado para la Antiga Presò y el Centre d'Art i Creació (CAC) que, se suponía, iba a situarse allí. Según Bonet, «no nos sentimos cómodos con eso que creemos que iba a ser un pozo sin fondo», por lo que no hay ninguna partida dirigida expersamente a la antigua cárcel, mientras que sí se «está trabajando en una propuesta de CAC» que Gómez de la Cuesta ha detallado algo más señalando que «hay equipamientos en Palma que pueden servir como un CAC orgánico». Cabe destacar que en los últimos meses de 2022, Ses Voltes acogió temporalmente un espacio que fue bautizado como CAC, aunque el propio Gómez de la Cuesta señaló que «no nos parece que Ses Voltes deba ser el CAC» y, por lo tanto, no se plantea la creación específica de un espacio que sea el CAC de Palma.
Otra novedad es que el Castell de Bellver acogerá en verano un ciclo de teatro clásico y se quiere potenciar la agenda musical de varias maneras, con una ampliación del concurso Pop Rock para convertirlo en algo más similar a un ciclo, por ejemplo. Otras partidas del presupuesto incluyen 370.000 euros a proyectos culturales, un estratosférico aumento de la partida destinada a publicaciones, diseño e impresión, que pasa de 600 euros a 140.000, así como 80.000 euros destinados a la adquisición de obras de arte que formen parte de la colección municipal con el objetivo de que sea «algo sostenido» y no puntual.