Si hay una bebida asociada a la cultura y, en específico, a la cultura mediterránea, ese brebaje es el vino. Ya algunos autores griegos, como Platón, saboreaban las virtudes de la vid y, no en vano, un proverbio latino reza en el vino está la verdad. La importancia de esta bebida es tal que hasta un dios la patronizaba, llamado por unos Dionisio, por otros Baco, Osiris para los egipcios, y hasta la sangre de Dios está en el vino en el cristianismo. Para celebrar esta relación indivisible, la Biblioteca de Babel celebra mañana el Día de las Librerías uniendo sus dos leitmotivs principales: libros y vino con una lectura de poemas.
Amenizando la velada con música al son del piano ubicado en la librería, Babel descorchará a partir de las 19.30 una jornada muy especial para unificar dos mundos que, como decimos, van de la mano y son casi uno mismo: el del arte, el verso, la literatura, por un lado, y el del viñedo, el aroma de la barrica y el fluir del vino.
Poemas y copas, pues, con un sello de calidad, el de Sarment, vino de la tierra, de Mallorca, un líquido de celebración, «filosófico y luliano», como destacan desde la propia librería. O, dicho de otra manera, un Art de la ment, como pretende evocar el nombre del vino.
La comunión del vino y la poesía son algo que, efectivamente, van muy de la mano a través de los matices sutiles que caracterizan no solo a un verso delicado, sino también a una copa de buen vino.