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Sebastià Portell, presidente de la AELC: «Los Premis Ciutat de Palma se convertirán ahora en un galardón sin prestigio»

El también autor valora la decisión de Cort y los retos a los que se enfrenta la entidad

Sebastià Portell es el presidente de la AELC desde hace un año y medio. | Javier Rodríguez

| Palma |

El presidente de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (AELC), Sebastià Portell (Ses Salines, 1992), valora los premios Ciutat de Palma en castellano y los retos a los que se enfrenta la entidad.

¿Qué le parece que los Premis Ciutat de Palma sean también en castellano?
—Es una muy mala noticia. Se trata de una decisión unilateral que no se consultó con las entidades del sector, ni con nosotros ni con el PEN Català. Destruye el consenso en torno a la necesidad de potenciar los apoyos al catalán. Los escritores catalanes escribimos en una lengua minorizada y la administración pública debe responsabilizarse. El Ajuntament ni nos citó para hablarlo, nos enteramos por la prensa. Es cierto que lo llevaban en el programa electoral, pero las cosas no se hacen así.

¿La decisión afectará a la credibilidad y al prestigio del galardón?
—Se convertirá en un premio sin prestigio. Los cambios políticos no deberían afectar a uno de los certámenes más importantes en catalán. No hacía falta convocarlos en castellano, que ya tiene muchísimos premios más y se modifica un galardón que para los escritores catalanes es histórico. Además, esta medida supone más dinero que se debería destinar al fomento de la literatura en catalán, que es la lengua propia.

La AELC sacó un comunicado alertando de la situación...
—Y el Ajuntament tampoco se pronunció. Sencillamente el teniente de alcalde dijo que había «muchos escritores en castellano que lo pedían». Me parece preocupante y sorprendente que personas a título individual puedan marcar directrices culturales. Yo hablo como presidente de la AELC, que agrupa a 1.800 asociados. Representamos muchas sensibilidades.

¿Cómo valora la situación a nivel cultural?
—Nefasta. Es curiosa la manera en la que se pervierte el lenguaje para hablar de libertad cuando en realidad se la está atacando. Me viene a la cabeza el caso de censura de la obra Nua [de Ann Perelló], o la renuncia del director del Teatre Principal de Palma [Josep R. Cerdà] al no poder realizar su trabajo en condiciones. Es lo contrario a la libertad.

¿Qué valoración hace de este año y medio como presidente de la AELC?
—La junta está satisfecha con el trabajo realizado, tanto interno como externo. Una de nuestras preocupaciones es la vertebración territorial. Debemos tener presente todos los territorios que tienen el catalán como lengua propia. Este mes realizamos un seminario de literatura infantil y juvenil en València y por primera vez celebramos el premio Jaume Fuster simultáneamente en tres ciudades.

¿Qué retos afronta la AELC?
—Uno de los más importantes es el desafío que supone la inteligencia artificial a nivel de derechos de autor, ya que el respeto a la propiedad intelectual puede verse afectado seriamente. Otro de los temas que tenemos sobre la mesa es el de modelo de contrato con los editores, que está bloqueado y consideramos que es una situación grave.

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