La gerencia del Teatre Principal de Palma, el más importante de las Islas, recaerá a partir de septiembre sobre los técnicos de la sala hasta que el Consell de Mallorca convoque un concurso público para designar a la persona que dirigirá el espacio escénico.
Así se ha aprobado este martes en la reunión del Patronato de la Fundació Teatre Principal de Palma. El Consell, además, ha asegurado que la programación «está garantizada hasta el mes de junio de 2024» en base a un borrador que deja el hasta ahora responsable, Josep R. Cerdà. La propuesta ha sido aprobada con los votos a favor del Partido Popular, Vox y El Pi, y las abstenciones del PSIB y Més por Mallorca.
Así, la vicepresidenta del Consell y consellera de Cultura i Patrimonio, Antònia Roca, y también vicepresidenta del Patronato del Principal, ha repartido la mañana de este martes las atribuciones y funciones del director gerente entre los jefes de servicio del teatro palmesano. De esta forma, aunque en un primer momento Roca ha asumido la gerencia de la sala pública, las funciones no dependerán de ella, sino que, con la celebración del Patronato, ya han quedado cedidas a perfiles técnicos de la fundación, que contarán con el apoyo administrativo y jurídico del Consell.
En este sentido, Roca ha asegurado que, «con el buen trabajo que realizan a diario los trabajadores, el Principal no se verá afectado, en ningún caso, por la renuncia de el actual equipo directivo a seguir gestionando la sala hasta la resolución del concurso público». Se refiere a la negativa de Josep R. Cerdà a seguir un año más al frente del espacio, ya que su contrato finaliza a finales de este mes y estaba ligado a la anterior vicepresidenta insular, Bel Busquets (Més). «La programación y el funcionamiento del Principal no ha peligrado, ni peligra, en ningún momento», ha añadido Roca.
Finalmente, desde el Consell han especificado que su proyecto para la dirección del Principal pasa por «despolitizar este alto cargo, que desde hace años está supeditado a cambios políticos». Roca ha apuntado que quiere colocar al teatro y su programación «por encima de todo, tiene que ser un proyecto más riguroso técnica y artísticamente».