Algo tan sencillo como esperar para poder escapar unos momentos de la realidad. Tener más paciencia para disfrutar del buen tiempo, que llegue el tren, una noticia o el resultado de una prueba. Todas estas formas de aguardar se recogen en la obra de teatro Temps mort, el libro de Jordi Casado que, además, ha sido ganador de la segunda edición del Premi Teatre Vila de Santanyí.
Temps mort es una pieza que se hizo durante el confinamiento a causa de la COVID-19, un momento, asegura Casado, de «mucho tiempo libre», asimismo indica que «fue en esos instantes de tiempo muerto en los que tuve la idea de hacer este tipo de pieza donde exploro algunas maneras que tiene la sociedad occidental de esperar».
Reflexión
«Esperar nos ayuda a pensar, a reflexionar, incluso diría que a observar y a escuchar. A veces no podemos hacer otra cosa que aguardar a que llegue ese momento tan deseado, aunque justo eso nos desespere», expresa el autor de la pieza. Aunque, también «nos asusta que pase el tiempo, no aprovecharlo», justifica Casado. Al final, esos momentos creemos que son «inútiles» y que «no sirven para nada».
Esperar a terminar de escribir el artículo, aguardar a que se imprima en las rotativas, anticiparse a las caras de los lectores cuando lo lean y, tener paciencia porque, al final el ciclo se va a repetir cada día. Siempre habrá algo a lo que esperar. Según Casado, «el tiempo muerto es vida, mientras que, por otro lado la muerte del tiempo sería sobrevivir».
«Para mí fue todo un honor como autor y dramaturgo poder hacerme con el galardón Teatre Vila de Santanyí, además con antecedentes como los de Marta Barceló», explica con orgullo Casado. Se trata del primer premio que se concede al escritor y, por tanto constituye «un gran hito y alegría, asimismo, también una ayuda inmensa poder ser reconocido de esta manera».
Después de mucho tiempo esperando, para el escritor sería «todo un sueño» que la obra se llevará a un teatro, de hecho «el teatro tiene mucho más sentido si se visualiza en escena, se crea una complicidad muy especial entre el espectador y los diferentes personajes, incluso con la persona encargada de producir y escenificarla», comenta Casado muy agradecido con el público que ha acogido la obra con «mucho cariño, ya que en muchos casos se sienten identificados con los protagonistas».
«Vivimos en una sociedad muy impaciente, donde las pantallas y la inmediatez nos consumen y nos van abocando hacia esa inercia de quererlo todo la instante. No sabemos tener un momento de descanso», según Jordi Casado, el autor de Temps Mort, que concluye: «para mí la vida es el tiempo de espera hasta la muerte, ya es cuestión de cada uno de ver cómo la aprovecha».