Todo empezó con un cambio de aires, un intercambio en Mallorca y un sueño de esos que están en la lista de ‘cosas que hacer antes de morir. En este contexto se encontraban Àngel Exojo, Vicenç Calafell y Ferran Pi, que se conocieron en la carrera de Filologia Catalana de la Universitat de les Illes Balears, donde estaban haciendo un programa Sicue. Gracias a su amor por la música surgió la idea de empezar a crear canciones, pero por encima de todo, fundar un grupo: Fades, Fades, Fades.
«De los tres, Ferran es el que hacía música, sin embargo no le convencía demasiado la idea de empezar a hacer canciones», admite Exojo. Aún así, añade, «no tuvimos que insistir mucho y después de un par de semanas solo quedábamos para hablar sobre los temas». Primer sueño, crear un grupo; el segundo, participar en el festival de música Mobofest. «Somos un grupo con unos gustos musicales muy variados, nos movemos entre el rap y la música más internacional», comenta.
«Dentro del grupo cada uno tiene unas funciones: Vicenç es un apasionado del flow y se encarga de la parte más estética; Ferran es el que traduce las canciones y yo soy el que las guioniza, pues pongo letra a las ideas que me surgen en los momentos más insospechados».
Uno de los éxitos que el trío ha querido llevar a su terreno es el de Californian girls, de Katy Perry. En esta particular versión en catalán hacen referencia al verano más mediterráneo: cremas y gafas de sol o incluso ir a la playa de Cala Rajada.
Insulto
El nombre de Fades, Fades, Fades resulta ser un nombre con polémica, sobre todo para el colectivo LGTBQ+ y, es que fades se usa también como insulto. Sin embargo, este incipiente grupo con sello mallorquín ha querido dar un giro a este concepto. De esta manera, se proponen juntar la estética, la mitología y la feminidad para crear un mundo de hadas absoluto con la inspiración de Pinterest, pero especialmente de artistas de la talla de Keisha, Beyoncé, ZOO, K-Pop y Bad Gyal.
«Buscamos mezclar nuestros estilos musicales. Teníamos muy claro que queríamos experimentar con diferentes maneras de componer y estar marcados por una estética que nos identificara y nos sintiéramos a gusto con lo que promovemos», concluye.