A lo largo de esta semana un coche ha circulado por varias carreteras de la Isla. Formulada así, esta frase no tiene nada de inusual, pero se vuelve fantástica si se tiene en cuenta que ese coche tiene vida propia y se llama Amy. Esta es la premisa del cortometraje que el cineasta isleño Ismael Luna ha rodado, nunca mejor dicho, por varios puntos de Mallorca, como Porreres, Montuiri, Marratxí o Porto Cristo, y que supone la materialización de un proyecto que nació hace nada más y nada menos que nueve años. Ahora, una vez rodada la cinta, entra en su campaña de postproducción para la que han arrancado una campaña de micromecenazgo en Verkami.
El mismo director explica que se trata de «una historia de supense y terror con un toque fantástico en la que un coche tiene voluntad propia y habla con su dueño». Claramente influido por historias como Christine, novela de Stephen King llevada a la gran pantalla por John Carpenter, Luna comenta que el protagonista de su cinta se llama Alan, interpretado por Guiem Juaneda, mientras que la voz de Amy, el coche, la pone Aina Zuazaga. Los dos forman una pareja humano-vehículo en la que se deja ver un subtexto sobre las relaciones tóxicas.
La idea original, como recuerda el propio Luna, arrancó hace nueve años, cuando con algunos amigos montaron La NaranjaBiónica y se encargaban de rodar todas las locuras que les venían a la cabeza. Esta, sin embargo, fue demasiado: «Fue un desastre». De manera que dejaron aparcado el proyecto, de nuevo nunca mejor dicho, y hace un año lo retomó porque «me vi preparado para abordarlo».
Así pues, durante tres días, tras mucho trabajo en la parte de escritura y en preproducción, Luna metió el acelerador y han rodado haciendo uso de la tecnología de camera car con una cámara incorporada en un vehículo para poder rodar en conducción. Para ello han contado con el equipo de Balearic Lighthouse, además de especialistas de Madrid, y un grupo formado por el propio Luna con colegas y recomendaciones de profesionales.
Se trataba de lograr una experiencia completa ya que «si vamos a hacer un corto tan especial, lo ideal es vivirlo al completo», comenta Luna quien compagina su visión artística con su trabajo como realizador audiovisual en la Rafa Nadal Academy. Tras el fin del rodaje, el cineasta quiere iniciar una campaña de micromecenazgo en las próximas semanas para encarar la siguiente fase del proyecto, la posproducción, y la proomción de la una cinta que, espera, vaya sobre ruedas.