Lo avisaba hace unos días a este diario Jaume Ripoll, director del Atlàntida Mallorca Film Fest:«Si no se consolida el apoyo institucional al festival, quizá este sea el último año que se celebra en Baleares». No lo decía en vano. El anterior Govern, con Francina Armengol a la cabeza, ha dejado a la organización del evento una deuda de 238.000 euros en subvenciones clave para su realización. Ante esta situación, esta semana, el Ejecutivo que lidera la presidenta Marga Prohens ha abonado de manera inmediata y con carácter urgente ayudas por valor de 165.000 euros pendientes de la Direcció General de Cultura para «salvar el Atlàntida», informaron a Ultima Hora fuentes de la institución.
La deuda del anterior Govern «ha hecho peligrar la celebración del festival», por lo que «si no hubiera sido porque Prohens ha actuado de urgencia, pese a que no tenía la obligación legal de hacerlo», el devenir del evento cinematográfico tal vez hubiera sido otro.
En concreto, Armengol dejó de pagar una ayuda de 165.000 euros consignada en el presupuesto de la Dirección General de Cultura de 2023, así como otra de 73.000 euros consignada en el presupuesto del Institut d'Estudis Baleàrics (IEB) de 2022. Fue el propio Ripoll quien se puso en contacto con el Govern de Prohens para lamentar que si no se pagaba esta deuda «el festival no se podría llevar a cabo». Acto seguido, la presidenta dio indicaciones para que, de momento, se pagaran de manera inmediata los 165.000 euros pendientes de la ayuda de la Direcció General de Cultura, un dinero que el anterior Ejecutivo «podría haber pagado al día siguiente de la aprobación de los presupuestos», un pago que, en cambio, «ha dejado dentro de un cajón».
Esos 238.000 euros no son los únicos que la organización del Atlàntida no ha percibido. La misma fuente informó también «se comprometió otra subvención», en este caso del Institut d'Indústries Culturals (ICIB), dotada con un total de 150.000 euros».