M Clan sigue on fire, como su impetuoso directo, ese que le echa el lazo a los amantes del rock sureño. Gracias a la banda de Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez hemos visitado el Sur de Estados Unidos sin salir de la habitación. Y ese es solo uno de los poderes de su música, que se expande en sus versiones de Maggie May, de Rod Stewart; Paint it Black, de los Stones; o la gran Serenade, de la Steve Miller Band. Sin duda estamos ante uno de los grupos que han abierto fronteras con una propuesta generalista que ha despachado millones de copias. Ruipérez nos atiende al otro lado del teléfono, el domingo 23 plantará su pica en el recinto del Mallorca Live de Magaluf, a las 22.00.
El sonido se entrecorta. Apenas son las once del mediodía, una hora muy poco rockera. Su voz suena lejana, como la época que evocan sus canciones. Y es que, girar la vista a los 70 en pleno siglo XXI no es fácil, y la sensación de pertenecer a un lugar en el que nunca estuvimos, menos. Ser víctimas de esa ilusión, experimentar y vivir una realidad desconocida como si fuera propia, y poder hacerlo desde cualquier punto del planeta es una de las propiedades mágicas de la música. Pese a su envoltorio vintage, Ruipérez no se reconoce como un tipo anacrónico, de esos que andan por la vida con la vista puesta en el retrovisor. «Mi instinto de supervivencia me hace rechazar la nostalgia, aunque a veces me abrace a la melancolía».
M Clan repasará lo mejorcito de su repertorio, pero no en clave acústica, un formato apto para capear el temporal y ahorrar costes cuando las cosas van mal dadas. Llegan con banda, enchufados. Sin duda, la mejor forma de disfrutar de esos temas que en la ronca, vigorosa y carismática voz de Carlos Tarque han sembrado de himnos el rock en español. Temas que hunden sus raíces en las bandas que colorearon su adolescencia, un devocionario encabezado por Led Zeppelin, la Creedence, AC/DC o los mencionados Steve Miller Band y Rolling Stones. Como éstas, otras bandas que sonaban cuando empezaban, como Nirvana o Pearl Jam, también han jugado un papel, aunque residual, en el sonido de M Clan.
Desde aquellos primeros años 90 que les vieron nacer mucho ha cambiado el panorama musical. Hoy, las rimas urbanas han relegado al vagón de cola al sonido de guitarras. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? «Bajo ningún concepto, la música está en continua evolución y cada generación tiene su propia forma de entenderla, hoy hay artistas de otros géneros muy buenos», constata Ruipérez, desmarcándose del discurso atávico y ensimismado de muchos compañeros de generación. El músico es consciente que el rock ha dejado de ser esa especie de movimiento revolucionario que fue en otra época. «La urbana y el trap son el nuevo rock, la actitud y rebeldía de los jóvenes es parecida pero con otro sonido».