Carmen Sevilla, uno de los rostros más famosos y más queridos de la pantalla, falleció este martes a los 92 años. Su muerte, como no podía ser de otra manera, causó una profunda conmoción, pues llevaba más de una década enferma de alzhéimer y se encontraba ingresada en una residencia, muy alejada de los focos y de los medios de comunicación.
Una de las personas que mejor la conoció es la reconocida diseñadora Marily Coll, colaboradora de Ultima Hora y muy vinculada a la Isla. Coll se mostró muy triste por la desaparición de su amiga íntima, aunque, al recordar los viejos y buenos momentos, la risa era lo que predominaba.
«A pesar de su edad, era una mujer que tenía muy buen ánimo y siempre se adaptaba a sus amigos más jóvenes», cuenta.
Recuerdos
«No recuerdo exactamente cuándo la conocí. Nos hicimos más amigas a raíz de Cine de barrio, pues yo hice el vestuario durante cinco años. Así que yo tenía que entrar en su camerino a menudo. Siempre me trató muy bien, a mí y a todos los demás. Sí me acuerdo muy bien de que una vez le dije que llevaba un anillo muy bonito, en forma de corazón y con una piedra azul, y enseguida se lo quitó para regalármelo. Me aseguraba que si no lo aceptaba se enojaría», cuenta entre risas. «Era encantadora y exageradamente generosa, nadie se imagina cuánto. No podías decirle que algo te gustaba porque te lo acababa regalando», asegura.
Tanto a nivel personal como profesional, asegura Coll, Sevilla «no era diva, era divina». «Cuando trabajaba era ella misma. Por eso cayó tan bien a la gente, porque la veían como una persona normal, incluso como si fuera parte de su familia. No es de extrañar que se la quiera tanto», señala Coll, quien evoca sus visitas a la Isla a propósito para participar en un programa.
«Siempre traía a algún invitado y una vez vine con ella. Fue una experiencia maravillosa», afirma Coll, que ahora está más centrada en la hostelería y se dedica a diseñar uniformes para hoteles y restaurantes de lujo.