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Entrevista

Maribel Castells: «Parece que si un libro no tiene un mensaje o valor positivo ya no es una opción interesante»

La autora mallorquina publicará por primera vez con sello extranjero, Barefoot Books

Maribel Castells es ilustradora y diseñadora gráfica.

| Palma | |

Después de publicar el cuento Anem a caçar mòpies junto a Maria Magdalena Amengual para Saïm Edicions, la ilustradora Maribel Castells (Mancor de la Vall, 1981) se estrena con un sello extranjero: la reconocida editorial independiente norteamericana Barefoot Books, centrada «en libros para niños que promueven la creatividad y la exploración, mostrando la realidad diversa del planeta». Con ellos publicará, en agosto, By Myself y Too Green.

¿Cómo ha sido trabajar para un sello extranjero?
—El proceso creativo ha sido también nuevo para mí, una experiencia muy positiva en la que he podido ver que los tiempos de trabajo funcionan de otra manera y aprender de cada persona que formaba el equipo. Los libros que he ilustrado son para bebés de cero a cuatro años, conocidos como «libros de cartón», y de temática socio-emocional.

¿Es muy diferente ilustrar libros para bebés que para otras edades?
—El proceso creativo es idéntico al de hacer libros para niños más mayores, aunque para bebés, los libros tienen retos diferentes: muestran escenas más literales y las imágenes han de ser más sencillas, sin tantos detalles o fondos. En los libros de bebés cada cosa es examinada con lupa, porque hay menos elementos, pero cada gesto, expresión, objeto, color, está ahí por alguna razón.

Una de las ilustraciones de Castells en 'By Myself'

Ambos hablan, con humor, de frustraciones: una niña que no quiere que la ayuden a vestirse y un niño que se niega a probar una sopa de verduras. ¿Hace falta sentido del humor en estas rutinas?
—Las ilustraciones tienen un componente de humor que no está en el texto y eso es interesante porque es como si hubiera dos líneas narrativas: el texto, que nos muestra protagonistas con actitudes ‘reacias' y un poco negativas, y las imágenes, que amplían esa información, contribuyendo a rebajar la tensión y a sacar alguna risa, por lo cómico de alguna escena. Como madre, me he visto en cada situación y pienso que la actitud con la que uno encara los conflictos es esencial.

¿Cree que la literatura infantil tiende a dar demasiadas lecciones sobre cómo hacer las cosas?
—Dentro de cada editorial hay varias líneas: algunas trabajan libros instrumentales o pedagógicos, otros de fantasía, etcétera. Pero es cierto que la tendencia en apostar por libros que ‘enseñen algo' ha ido aumentando. Parece que si un libro no tiene un mensaje o valor positivo que aportar, ya no es una opción interesante. En ese sentido, estoy en desacuerdo, porque es la experiencia de leer y situarnos en el plano de la fantasía lo más importante. Los libros de bebés son en su mayoría instrumentales, porque no pueden seguir historias complejas y su realidad cotidiana es aprender pequeñas cosas.

¿Cómo es un buen libro infantil?
—A partir de 4 años, para mí, es aquel que consigue transmitir un mensaje sin que esté necesariamente en la trama, es decir, que sea más sutil y al acabar pienses: ‘Este libro cuenta esto, pero lo que en realidad nos quiere decir es esto otro'.

'Too Green' también aborda, con humor, la frustración.

Su página web está en inglés, como enfocada a trabajar a nivel internacional. ¿Cuesta encontrar proyectos interesantes en casa?
—Creo que cuesta encontrar proyectos en todas partes, pero cuando empiezas es aún más difícil conseguir que confíen en ti. En mi caso, mi apuesta por trabajar en el extranjero no vino motivada por no encontrar trabajo aquí, sino más bien porque estuve formándome online como ilustradora y aprendiendo cómo funcionaba la industria editorial, y en EEUU hay mucha información.

En su web señala que su propósito es ayudar a niños a disfrutar del «viaje» de descubrimiento del mundo y resalta la importancia de motivarlos a crear su propia historia.
—Creo que es crucial ofrecer a los niños libros que les permitan no solamente ver la realidad, sino imaginar y poder ser quienes quieran. Pero en el momento en que se ponen ellos en el rol de creadores, pueden alzar su voz creativa, su visión. Siempre digo que el taller de libros que ofrezco en colegios es el que me hubiera gustado que me dieran a mí cuando era pequeña: entonces no conocía ilustradores infantiles, me hubiera gustado saber cómo se hacen los libros...

¿Está trabajando en nuevos proyectos?
—Desde que terminé los libros de Barefoot Books he ido avanzando en mis proyectos personales, libros que quiero mover como autora e ilustradora.

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