La primera exposición individual del artista mallorquín Francesc Rosselló con la Galeria Pelaires tiene un título, cuanto menos, curioso: Cinco minutos y ya vuelvo. Es una forma de hablar de esos momentos en los que «estoy en mi mundo», como cuando se encierra en sí mismo en su pintura, pero también tiene que ver con algo más personal, ya que Rosselló trabajaba con la galería Horrach Moyà, del fallecido Juan Antonio Horrach Moyà, cuyo cierre califica de «desgracia». El impasse en el que se vio profesional y personalmente es, también, algo que ha experimentado estos meses el de Villafranca que estrena hoy en el Art Palma Summer (de 18.00 a 21.00 horas).
Rosselló detalló ayer a este diario que casi todas las obras son nuevas, de los meses recientes, en los que «pinto escenas de mi vida», pero no se refiere a situaciones que haya vivido realmente, sino a las «experiencias podrían pasar» y que, por lo que sea, acaban siendo protagonizadas siempre por él mismo o sus conocidos: «Me salen sin querer», reconoce.
Las piezas, que son prácticamente todas de gran formato, tienen una temática muy vegetal, de entornos naturales sobre diferentes materiales, y son el resultado del propio Rosselló por «hacerlo lo mejor posible» en su trabajo, aunque él mismo recela algo de esta última palabra: «Es más una pasión que un trabajo».
Sobre Horrach Moyà, de hecho, destacó el shock que fue «quedarse sin una persona maravillosa que era un amigo también», a lo que se suma el cierre de las galerías, algo que «todos nos planteábamos que podría pasar», pero que no deja de ser «una desgracia porque era un lugar buenísimo que traía artistazos», pero ante lo cual mantiene una actitud positiva: «Hay que avanzar y las cosas van saliendo», como demuestra no solo el Art Palma Summer, sino también su fichaje por la Pelaires, aunque sí reclama a la escena local artística «hacer más piña».
En laPelaires, sin ir más lejos, también se podrá encontrar esta tarde la propuesta de Aileen Murphy, comisariada por Cristina Anglada, que también se encarga de la propuesta de Rosselló. Anglada explicó algunos de los detalles a tener en cuenta de la pictórica obra de la artista irlandesa que une su visión del cuerpo con la física y conceptos teóricos como el puente Einstein-Rosen, conocido popularmente como agujero de gusano que da título a la exposición (Wormhole).
Esta estructura hipotética descrita por los físicos permite una curvatura espacio-temporal que une momentos y lugares del universo prácticamente imposibles de conectar de manera habitual, y esa es la idea que Murohy explora en sus obras para crear formaciones que no terminan de ser nada en concreto y muchas cosas en abstracto, con cuerpos totalmente encajados en los límites del cuadro, «incómodos por la propia corporeidad», destacó la comisaria.
Ambas exposiciones protagonizan la propuesta de Pelaires para este Art Palma Summer a las que se sumará Inmerso, de la artista alemana Jorinde Voigt, que se inauguró en el pasado Art Palma Brunch.