El puente que discurre entre realidad y ficción es en ocasiones difícil de discernir. El escritor mallorquín Damià Alou (1959), sin embargo, se ha instalado en el centro mismo de este y pasa de un terreno al otro como quien entra y sale del salón de su casa. El isleño publica Cròniques de Palma con Edicions de 1984, libro que recoge cuatro historias que ocurren en el lapso de un siglo en Ciutat, concretamente entre 1936 y 2036, y que presentará en Embat el 15 de mayo.
Alou, que es doctor y profesor de Traducción, además de filólogo inglés, ha traducido a autores de primer nivel como John Banville, Charles Dickens o Truman Capote, sin embargo, «he sido siempre escritor antes que traductor, pero cuando eres joven escribes muchas tonterías o, al menos, así lo crees».
Pese a que se fue de Palma a los 18 años, «volvía unas tres veces cada año» sobre todo para ver a su familia, aunque tras el fallecimiento de su madre esas visitas se iban espaciando. No obstante, Palma sigue siendo Palma para Alou: y de ahí haber ambientado en la ciudad las historias: «Me baso en la memoria y en lo que me invento de una ciudad que ha cambiado muchísimo», reconoce Alou.
Las historias tienen todas un germen real, desde la primera, en la que aparece un proyecto de escritor llamado Llorenç en plena Guerra Civil, clara referencia a Villalonga, aunque «con muchas diferencias», y que sirve como excusa para retrata a un personaje para quien «la guerra supone una oportunidad al mismo tiempo que una pérdida», explorando la idea de que «la vida exitosa compensa esa pérdida».
Ese es el punto de partida al libro que incluye un total de cuatro relatos: Un nom. 1936; Rosa. 1966; Petrus. 1984; y El nom. 1936. Todos ellos transcurriendo en un año específico y con un personaje diferente. El segundo, por ejemplo, se centra en la propia abuela de Alou, aunque lo hace a través de la mirada del abuelo. El tercero habla de Luis Petrus, conocido como Petrus, campeón de España en su época. El cuarto y último, finalmente, rompe las normas temporales para hablar de un mítico personaje de Palma, Eusebi Riera, profesor de Filosofía del Instituto Ramon Llull.
Exploración
Todos ellos son, a su vez, excusas para la exploración de diferentes temáticas, ya sea la represión franquista sobre los maestros; la dicotomía entre la gloria pasada y la ruina presente de alguien que fue campeón en lo suyo; la memoria y cómo «muchos tenemos sitios a los que volveríamos o no en un mundo donde el tiempo se ha replegado sobre sí mismo».
Y a pesar de la conexión personal que Alou pueda tener con las historias, no es autoficción lo que hace. Para él, de hecho, «la autoficción me parece un timo que se lleva últimamente en el que la gente te cuenta el color del coche que pasó delante de mí hace 15 años, ¿pero eso qué me importa si además es mentira?». Par el escritor mallorquín, «el detallismo de la autoficción es molesto», y prefiere hablar de literatura autobiográfica, ya que «la Palma de mi juventud y adolescencia es de donde saco casi todo el material para escribir el libro» que no se aleja del «campo de lo personal que es desde donde hay que escribir porque si no lo haces así haces lo mismo que todo el mundo».