El PEN Català ha impulsado un manifiesto contra la emergencia climática firmado por unas 200 personalidades del mundo literario. Desde el Comité de Emergencia Climática del PEN Català se ha impulsado el manifiesto Llamamiento por la tierra desde el mundo de las letras, para denunciar la situación climática en que se encuentra el planeta y pedir un cambio profundo de nuestro modelo económico, cultural y social, puesto que solo así se podrán evitar los efectos más devastadores de la crisis ambiental y climática. Este texto se hará público este sábado día 20, a las 12.30 horas, en un acto de la Fira Literal, en un diálogo entre Miquel Àngel Llauger, jefe del comité de Emergència Climàtica y los escritores Laia Malo i Josep Lluís Badal.
Hasta ahora, este manifiesto ha sido firmado por unos doscientas personalidades del mundo literario, entre ellos Vicenç Altaió, Sebastià Alzamora, Margarida Aritzeta, Lolita Bosch, Núria Cadenes, Roser Caminals, Joaquim Carbó, Josep-Lluís Carod-Rovira, Ada Castells, Antoni Clapés, Miquel Desclot o Carles Duarte. También, Marina Espasa, Manuel Forcano, Albert Forns, Andreu Gomila, Guillem-Jordi Graells, Vicenç Llorca, Joan-Lluís Lluís, Biel Mesquida, Vinyet Panyella, Llucia Ramis, Maria Mercè Roca, Gemma Ruiz, Francesc Serés, Jaume Subirana, Àlex Susanna, Tina Vallès, Josep Vallverdú y Olga Xirinacs.
«Con este llamamiento nos sumamos a la voz de los movimientos ciudadanos y de un número cada vez más grande de científicos que exigen a los gobiernos una actuación urgente y decidida para contener el aumento de la temperatura global, proteger la biodiversidad y revertir el actual proceso de deterioro ambiental».
El manifiesto plantea revisar y reducir el impacto ambiental de nuestra propia actividad; reflexionar sobre cómo refleja la literatura del siglo XXI la grave amenaza de la crisis climática; plantearse sobre cómo informar en tiempo de emergencia climática. Además, apuesta por seguir incidiendo en la denuncia de las violaciones de derechos humanos sufridas por los activistas del ecologismo; y pensar sobre los patrocinios culturales ligados a las formas más destructivas de actividad empresarial o financiera. En una segunda fase de firmas se buscará la adhesión al manifiesto de entidades y grupos y personas que quieran compartir este mensaje.