El futuro más inmediato de Can Vivot coge forma con la presentación del equipo redactor del Plan Director (en adelante PDCV) que regirá las intervenciones necesarias y el proceso de musealización del casal. Este fue presentado este viernes así como el avance por escrito del mismo, el cual se le hizo entrega a Kika Coll, Directora Insular de Patrimoni, en un acto informal que tuvo lugar en el mismo casal.
Así pues, el equipo del Plan Director lo conforman Pedro de Montaner y Magdalena de Quiroga, historiadores y actuales propietarios de Can Vivot que se reparten la dirección y gestión del PDCV; Carlos Clemente San Román, arquitecto coordinador del PDCV. A ellos se suman la historiadora Aina Pascual; la arqueóloga Elvira González; el especialista en patrimonio Jaume Llabrés; la especialista en gestión del patrimonio y encargada del proyecto de musealización, Soledad de Montaner Quiroga, también hija de los propietarios; y la restauradora de textiles Caterina Fiol.
El avance del proyecto, al que ha tenido acceso Ultima Hora, habla de tres fases de la estructura del PDCV. Una primera dedicada a la documentación e inventario de bienes muebles e inmuebles, lecturas arqueológicas a través de análisis del subsuelo y estratigrafías verticales, además de una faceta de carácter arquitectónico y urbanista a través de planimetrías y diferentes estudios.
La segunda fase se corresponde con un plan de acción, conservación y restauración donde se trabajará sobre bienes muebles e inmuebles, además de otras categorías presentes en Can Vivot, para su mejora y conservación.
Finalmente, la última fase del Plan Director se centrará en la elaboración de un plan de gestión en la que se estudiará la proyección local, nacional e internacional del lugar a través de su mayor apertura con la musealización y elaboración de actividades culturales.
De la segunda etapa de las mencionadas, la dedicada a la restauración, cabe destacar que se necesitan trabajos de laboratorio para los informes y estudios de restauradores especializados en pintura mural, yeserías, estucos, morteros, pinturas, vidrieras y un gran número más de materiales que reflejan la riqueza patrimonial de Can Vivot. Y tal y como se explica en el avance del proyecto, se busca una atención a la historia de la casa que es potencial y, a su vez, un tesoro por descubrir y que une tantas necesidades como al mismo tiempo la capacidad de aportar muchísimo a la propia ciudad.