El suyo es un nombre que, quizá, no resulte familiar, pero todo apunta a que va a sonar y mucho. El artista Pau Aguiló (Mallorca, 2002) pisa fuerte. Se estrena el jueves en la UVNT Art Fair de Madrid, dedicada al arte contemporáneo, de la mano de Espacio Líquido y Galería La Gran, quienes «aprecian mi obra y son excelentes personas y estoy muy agradecido». Será su primera gran cita, pero sus inquietudes y curiosidad son combustible necesario para cotas más altas. Todo ello de la mano de sus estudios en la prestigiosa Camberwell College of Arts de Londres, donde estudia y vive.
¿Cuál es su formación?
Es muy contemporánea. Me crie a las afueras de Algaida, sin internet ni televisión. De niño ya me divertía dibujando tanto como ahora. Cursé bachillerato artístico en el IES Josep Maria Llompart y antes de ir a Inglaterra fui al taller de Carlos Cerdà, que me dio claves que llevo conmigo. En la universidad mi desarrollo ha sido enorme.
¿Qué le llevó a Londres y qué le parece la ciudad?
La casualidad. Yo quería ir a Berlín y no volver al sistema educativo nunca, pero me eligieron en una de las mejores universidades del mundo y entre las ganas de mi madre y la tentación de la gran ciudad me convencí. Es un sitio maravilloso para un pintor. Una ciudad muy dura, cara, fea y llena de soledad y desdicha, pero también museos de reconocimiento mundial y decenas de exposiciones a la semana. Hay siempre algo excitante esperando fuera de tu estudio.
En su web habla de ‘tiempo turbulento de juventud', ¿a qué se refire?
Como muchos durante mi adolescencia tuve altibajos. Esto me alejó de la gente más creativa y mi propia visión artística sobrevivió gracias al grafiti. Luego estudié en Irlanda, algo que me hizo madurar muchísimo, y al regresar a Mallorca lo primero que recibí fue un desengaño amoroso y me puse a pintar abstracciones. Y toqué un lienzo por primera vez.
¿Qué temáticas le atraen?
La historia. Se lo debo a mi padre, quien siendo yo pequeño me puso la película Excalibur y me impactó. Me gusta mucho aprender lo que nuestra especie ha hecho y comprender acontecimientos. Es importante conocer nuestro pasado, por el cliché de no repetir errores, pero también por la cantidad de aventura e historias increíbles. Mi inspiración ha sido estética, pero estoy con una serie donde uso mucho imaginario histórico visual y conceptual.
¿Cómo describiría su arte?
Me interesa el surrealismo, la libertad que existe en la figuración contemporánea y el desarrollo de personajes que muestran bajezas y virtudes del género humano. Soy un friki de la pintura. Estoy leyendo El misterio de la creación artística, de Stefan Zweig, donde dice que esta es algo sobrenatural en una esfera espiritual que se sustrae a toda observación. Se me hace imposible no entrar en un trance de horas y no es fácil explicar esto cuando la mayoría del tiempo estás absorbido.
¿Se plantea exponer en la Isla?
Sí, de hecho un frenesí creativo al volver de Irlanda culminó con mi primera muestra en solitario con 17 años. Me seleccionaron en una colectiva de Fran Reus donde expongo con artistas geniales hasta el 17 de marzo. Me gustaría mucho un proyecto en Espai TACA, ese callejón de Sant Feliu siempre me ha parecido mágico.
¿Cómo ve su futuro?
Espero que bien (risas). Me gustaría hacer una exposición por todo lo alto en Londres y estoy con un proyecto sobre inteligencia artificial, pero no me gusta dar detalles de cosas no he hecho. El plan es seguir pintando.