Proverbio del ojo, una escultura del artista Albert Pinya (Palma, 1985), ocupa un espacio de la Gran Vía madrileña, la calle más transitada del país. Con el sello inequívoco del creador isleño, esta semana se instaló esta escultura, en forma de tótem formado por cinco grandes bolas de colores con ojos, en lo que se denomina el ‘Broadway' español, en concreto se puede contemplar en el cruce de la Gran Vía con la calle Montera.
Se trata de una acción artística de la feria UVNT Art Fair (antes Urvanity), que se celebrará entre el 23 y 26 de febrero en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). También participan Pau Aguiló (Algaida, 2002), Ela Fidalgo (Palma 1993) y La Bibi Gallery, con sede en Establiments.
Aguiló, que vive en Londres, debuta en esta feria de arte vanguardista, mostrará sus trabajos en el estand de la Galería Espacio Líquido + La Gran; mientras que Fidalgo repite presencia en el espacio expositivo de La Bibi Gallery. «A día de hoy el uso de la imaginación, la naturaleza y elementos históricos siguen siendo pilares de su obra a los que se han añadido muchos otros a lo largo de su vida. Después de un periodo en Palma, entre los diez y los quince años, desarrolló un interés por lo urbano y cambió los lápices por latas de graffiti», indican desde UVNT.
«Fidalgo, en sus pinturas, da forma a emociones que se manifiestan desde su universo lleno de interrogantes sobre el comportamiento humano, más allá de los dominios de la cotidianidad y el pensamiento. Toda la producción de la artista está fuertemente ligada a su etapa en la moda que aplica en su obra bordando», señalan los organizadores de la feria.
En cuanto a la pieza de Pinya, forma parte de un Programa de Arte Público de UVNT que dibuja un nuevo eje del arte en la Comunidad de Madrid, que va desde el centro de la capital hasta Las Rozas Village. «El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas es ojo porque te ve» es una frase poética de Antonio Machado, que da título a la pieza de Pinya, integrada en la serie Artefactos Pictóricos (iniciada en el año 2018), y en la que explora la transformación de la pintura más allá del lienzo.
«Pinya se inspira en la poesía para crear su imaginario y en este caso bajo un sentido humanístico, invita al espectador a reflexionar sobre la manera en la que nos observamos a nosotros mismos y a nuestro contexto, dentro de una sociedad individualista», añaden.