Ruth Gabriel (San Fernando, 1975) es alegría, energía y optimismo. Solo hace falta estar con ella cinco minutos para sentirse contagiado de su actitud y, quizá por eso, es la perfecta elección para el personaje de Carmen en Un paseo por el Borne, la cinta de Nick Igea que la ha traído a rodar a Mallorca. Gabriel se declara, de hecho, «enamorada» con su personaje.
«Carmen es alguien lleno de luz», comienza diciendo la actriz y continúa describiendo que «podría ser cualquier mujer que conocemos que trabaja jornadas interminables, apenas llega a fin de mes, y va tirando como puede». En su caso, de hecho, «es una limpiadora, una ‘kelly'», pero «lejos de verse como una víctima se apunta a todo: clubs de lectura o las clases de cine que encuentra porque le apasiona Julia Roberts». Es ahí cuando entra en contacto con Sancho y se da cuenta de que «más que un placer, es una vocación absoluta».
Por ello, aunque su vida pueda tener drama, «no lo oirás de ella». «Te cuenta su día, pero lo dice no como pobrecita, sino como una forma de sacar oportunidades». Una filosofía de vida que relaciona con que «todos tenemos muchos retos en la vida y es algo que tienes que ver como que te estancas y entras en la espiral o lo usas como gasolina».
Por todas estas razones, Gabriel destaca que se siente muy identificada con Carmen porque en su profesión, la actuación, «se pasa mal». Ella, que empezó por todo lo alto al ganar un Goya por su papel debut en el cine con Días contados (fue nominada a Mejor Actriz y Mejor Actriz Revelación, logrando el segundo), las ha visto de todos los colores. «Se pasa mal, pero ese mal te hace crecer muchísimo», asegura. «Llevo en esto desde que era una cría y si no me gustara ya lo hubiera dejado, pero sigo estando muy enganchada».
Sobre la dirección de Igea, Gabriel asegura que «no es ningún novato aunque sea su primer largometraje» y comentó que «nos está llevando muy bien». Además, hizo hincapié en que «ama el cine y eso genera un binomio perfecto».
Echando la vista atrás, Gabriel también rememora su exitoso papel en 'Días contados' y el Goya que le siguió: «Fue un regalo», destaca. «Todos los compañeros son los que te dan ese premio y yo lo vi como una bienvenida a la profesión», porque confiesa la actriz gaditana que «a veces sientes algo de pudor en esta profesión de decir que eres actriz, pero al tener el reconocimiento de tu gremio es como que puedo decirlo y me creí con el derecho de ser actriz».
Por último, también habla del «privilegio» que es «vivir de lo que amas», como es su caso, al destacar que hay mucha gente que por desgracia «viven como desahuciados emocionales» por tener trabajos que no les gustan. Para ello, su solución: «Necesitan una Carmen en sus vidas».