El actor Rafel Ramis tuvo muchos hogares. Uno por cada escenario que pisó. Y en cada uno de ellos hizo amigos, compartió risas y, en general, creó familia. Ahora, esa misma familia ha decidido devolverle el favor realizando un sentido homenaje que tendrá lugar este viernes y sábado, a las 18.00 y a las 20.00 horas respectivamente, que contará con la proyección de la película 7 agulles per la bombolla, en la que participó y cuyas entradas son gratuitas.
Así lo han explicado esta mañana, desde el propio Teatre Principal de Palma, el director del centro, Josep R. Cerdà, la consellera de Cultura, Bel Busquets, el director del mediometraje que se proyectará, Pau Pascual, además de repesentantes de SOS Cultura y las asociaciones de actores y dramaturgos de las Islas (AAPIB y ADIB).
La idea es reunir a sus colegas y amigos y que ellos mantengan una «conversación informal» sobre el escenario, de manera distendida. El propio Pascual aseveró que «cualquier conversación que le incluya a él es una alegre». Así pues, visiblemente emocionados, los responsables del homenaje también reivindicaron su figura como «central en el teatro balear».
Asimismo, se ha anunciado la presencia de gente como Laura Pons, Aina Segura, Toni Gomila, Santi Pons, Antoni Maria Thomàs y Joan Bibiloni, además de los presentes en el acto de presentación de este miércoles quienes comparten todos un gran y profundo respeto por la figura de Ramis.
Tras la charla informal en la que se recordarán anécdotas, momentos e historias por todos los presentes compartidas con el actor de Bunyola, se proyectará la cinta 7 agulles per la bombolla, un mediometraje dirigido por Pau Pascual que cuenta con Ramis, entre otros, y que es un encargo de SOS Cultura para contar, desde un punto de vista cómico y surrealista, el funcionamiento de una cooperativa.
El actor falleció a los 72 años en su localidad natal, víctima de un cáncer tras años de lucha. Se inició en el teatro en los años 70 en su pueblo. Durante décadas trabajó de contable en el sector de la hostelería (desde 1973), pero ya entonces era un apasionado de la interpretación. Estudiaba el Bachillerato nocturno y a la salida del instituto se desplazaba hasta Bunyola para ensayar. Más adelante, actuó en tres compañías: Teatre de Bunyola, La Lluna de Teatre y Cucorba.
Interpretó todos los estilos y géneros con propuestas diferenciadas desde Miquel Puigserver o Joan Mas, a Joan Guasp o Alexandre Ballester, pasando por los clásicos antiguos y modernos como Shakespeare, Molière o Kundera. Se subió a los escenarios en cerca de un centenar de obras, entre otras Kabyl, Joanot Colom, La dida, Els Enamorats, Faust o Falstaff. Es recordado por una de sus grandes interpretaciones en 2011 con un monólogo en el Rei se mor, de Eugène Ionesco, bajo la dirección de Antoni M. Thomàs.