Si la previsiones del Consell de Mallorca se cumplen, esta Navidad ha sido la última, y van cinco ya, en la que los palmesanos no podrán visitar el Belén de la Sang, el nacimiento en uso más antiguo de Balears y posiblemente de Europa, que está ubicado en la iglesia de la Sang. La reforma de este conjunto escultórico navideño se inició en 2015, pero una serie de ‘catastróficas desdichas', que incluyen retrasos continuados en las obras, hallazgos inesperados en las pruebas realizadas a las figuras, problemas presupuestarios relacionados con la ‘espantada' del Ministerio de Cultura, así como el lento ritmo burocrático han ‘atascado' la restauración de este nacimiento que fue declarado BIC en 2003.
La directora insular de Patrimoni, Kika Coll, confirmó a Ultima Hora que el expediente para licitar la segunda fase de las obras de rehabilitación del conjunto ya está terminado, el presupuesto de 350.000 euros cerrado y durante las próximas semanas se presentarán los pliegos del concurso de restauración de parte de las pinturas y del interior de la cueva, así como del conjunto escultórico: «Si todo va como esperamos, el Belén de la Sang estará abierto al público las próximas Navidades en todo su esplendor».
La historia del Belén
Según la leyenda, el Belén de la Sang, compuesto por 23 piezas, fue el regalo del capitán de un navío italiano que durante una tormenta en las costas de Mallorca en 1536 prometió que entregaría como ‘exvoto' uno de los misterios que portaba como carga si lograba salvarse. Lo que sí han demostrado los análisis realizados a las piezas es que las figuras de la Virgen María y San José datan de 1480 y los seis ángeles músicos que les acompañan, seguramente sean un poco posteriores. Eso sí, todas las figuras se vinculan al taller de Pietro y Giovanni Alamanno, activos en Nápoles por esas fechas.
La primeras fase de restauración del nacimiento comenzó en diciembre de 2015 tras realizar una serie de estudios previos, como la recogida de documentación fotográfica; documentación planimétrica; estudio climático y radiográfico de las 30 figuras del belén, así como de policromías, sales y humedades. «Esta primera fase de las obras se ha realizado en la parte no visible, y tiene que ver con el interior de la cueva, mejorar el forjado de la estructura y las filtraciones de la capilla del Betlem de Jesús, donde está ubicado este conjunto artístico navideño desde hace 170 años, así como parte de las pinturas», detalla la responsable de Patrimoni.
La segunda fase de las obras debería haber comenzado en la primera mitad del 2019, pero el cambio de criterio del Ministerio de Cultura, que en un principio se ofreció a llevar a cabo las restauración de las figuras, ha demorado la rehabilitación de este nacimiento único, hasta que la institución insular ha logrado encontrar el presupuesto necesario para culminar el proyecto.