Representantes de varias asociaciones de industrias culturales, desde los cineastas y productores musicales hasta profesionales de las artes escénicas y de los editores, han convocado este lunes por la mañana una rueda de prensa para protestar contra el mal funcionamiento del Institut d'Indústries Culturals (ICIB), creado por el Govern balear en 2019, concretamente desde la Conselleria de Fons Europeus, Univeristat i Cultura.
Kiko Domínguez, de la Associació de Productors Audiovisuals (APAIB), ha reconocido que el ICIB «es una iniciativa bien proyectada, necesaria e interesante, pero siempre mal ejecutada por una falta de voluntad política alarmante». «Es como una especie de Rolls-Royce: un coche bien preparado, pero con motor de ciclomotor y, por lo tanto, su funcionamiento es imposible», compara.
El diagnóstico actual, ha explicado, es que el ICIB tiene una deuda considerable con las empresas. «Hay empresas del sector audiovisual que todavía no han cobrado las ayudas del 2019. El argumento, o mejor dicho, la excusa, es que no hay personal; algo del todo intolerable por parte de una administración. Si no hay personal, ponlo, pero no puedes tener a un sector paralizado por ello», ha recalcado.
Pau Bachero, de la Associació d'Empreses Culturals d'Arts Escèniques (Illescena), ha incidido en la falta de personal «en toda la legislatura». «No hay una estructura ni una funcionalidad real. Solamente hay tres personas trabajando en el ICIB y desde la Conselleria siempre nos dicen que hay un compromiso para aumentar esta cifra, pero es algo que todavía no ha sucedido».
Otra cuestión «alarmante» es la «falta de diálogo» con el sector. En este sentido, acusan al ICIB que, en vez de ser un «apoyo» para el sector, se ha convertido en un «obstáculo». «Quien mejor conoce las necesidades del sector es el sector, por lo tanto, tienen que contar con nosotros para el diálogo». «Continuamente estamos ofreciendo propuestas para cambiar algunas convocatorias y siempre recibimos un 'no' generalizado. No entienden que nosotros también somos industria y podemos contribuir al PIB de la comunidad», subraya.
Por su parte, Ana Olivia Fiol, de la Associació de Professionals de l'Audiovisual d'Evissa (APAI), ha remarcado la situación «caótica», con una «falta de presupuesto adecuado, las convocatorias están infradotadas económicamente, por lo que algunas producciones, a pesar de obtener la subvención, no pueden llevar a cabo sus proyectos».
Desde el Gremi d'Editors, entidad que preside Gracià Sánchez, ha lamentado además que «no hay estudios que ofrezcan datos objetivos de cómo está la situación, sobre el número de empresas, la facturación o el personal. Sin este tipo de datos es imposible que el Govern y el ICIB puedan tomar decisiones estratégicas. Si no sabemos cómo estamos no podemos saber hacia dónde queremos ir». Asimismo, Sánchez ha lamentado que no se haya aprobado una ley de industrias culturales, que le serviría como «paraguas para el desarrollo del sector».
Toni Xou, de la Associació de Cineastes de les Illes Balears (ACIB), ha denunciado que «hay empresas endeudadas por responder a créditos y avales del banco por sus negligencias, producciones paradas y una precariedad que ha llevado a algunas a la ruina casi». El panorama es tan preocupante, apuntan, que «no podemos llevar a cabo coproducciones por la falta de confianza».
Victòria Morell, de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), ha apelado a la «empatía». «¿Qué pasaría si no cobrarais desde el 2019 y, encima, no hubiera un diálogo, no fuera posible comunicarse? A la falta de presupuesto y de diálogo también se suma la de un calendario estable de publicación de convocatorias y resoluciones. Se están endeudando personas con nombre y rostro, con familia. Hay proyectos de calidad impecable y que tienen interés nacional parados por culpa de la falta de financiación. Se está destruyendo el sector. Hay talento, pero no confianza en las empresas culturales de las Islas. Esta legislatura ha fallado en el impulso de industrias culturales», ha subrayado.
Miquel Àngel Sancho, de Productors Musicals de les Illes Balears, ha lamentado que, además, «en nuestro caso, tenemos el problema añadido de que la música no ha entrado en el concepto de cultura, sigue siendo ocio». «El panorama es cruel y terrible. El proyecto del ICIB era ilusionante, era la herramienta perfecta para poner en marcha proyectos. Pero se ha perdido un tiempo que ya no recuperaremos. Ahora vienen elecciones, pero no creo que hagan nada en cuatro meses, no lo arreglarán», ha señalado. «Si las cosas no cambian, el ICIB está muerto», ha alertado.
«El ICIB de Cataluña ha invertido 26 millones, el de Valencia 705 y el de aquí 800.000 euros. Si bien es cierto que el volumen poblacional no es comparable, si miramos la inversión por cápita vemos que el nuestro es 5 veces menor que el de Cataluña y 3'5 menor que el de Valencia. Fuera de aquí ni nos escuchan. Es un círculo pernicioso. Si el conseller se compromete a subir un 20 o un 25% ya le digo yo que es insuficiente. Para tener el nivel de otras comunidades el año que viene deberían invertirse 3'5 millones de euros y ahora contamos solo con 800.000», ha insistido Domínguez, quien insta al Govern a «no hacer márketing político».