Una sala de cuyas paredes cuelgan cuadros policromados. Todos con un color dominante que se expande por toda la imagen. En ellos, figuras varias, algunas claramente castrenses, otras que sin el contexto pasarían por joviales escenas con infantes. Todas ellas, no obstante, ocultan el mismo patrón: son fotografías reales que pertenecen a la Guerra Civil. Una parcel·la obscura es el nombre de esta exposición que este jueves, a las 19.00 horas, se inaugura en el Centre Cultural Sa Nostra y que firma Catalina Julve, quien ha pasado dos años con este proyecto en el que ha indagado en el archivo fotográfico del conflicto bélico patrio y la postguerra dentro del contexto del Llevant de Mallorca.
La consellera de Cultura, Bel Busquets, junto a la directora insular de Cultura, Maria Pastor, acompañaron a la artista este miércoles en la presentación a los medios. Busquets destacó que «aunque el proyecto ya se había seleccionado meses antes, los nuevos descubrimientos, como la reciente identificación de Aurora Picornell y les Roges del Molinar, refuerzan aun más el objetivo de preservar la memoria histórica y dignificar el recuerdo de las víctimas». En total hay 30 piezas que incluyen objetos entre pinturas, dibujos y monotipos de diferentes formatos, además de una instalación, una proyección y una vitrina horizontal que introduce el planteamiento de la exposición.
Julve, sobre su trabajo, destaca el carácter «figurativo» que tenía al inicio el proyecto y cómo, poco a poco, pasó a un aspecto más conceptual. A su vez, destacó que algunas de las imágenes podrían significar cosas muy diferentes «con una contextualización distinta». En cuanto al color, Julve también declaró que «me interesaba mantener la esencia del blanco y el negro», pero sobre ello ha trabajado un cromatismo dominante de un color u otro, a veces verde, a veces rojo. «Básicamente es una simplificación de la paleta para que se parezca a una foto en blanco y negro, pero añadiéndole color».
Profundidad
Sobre el proyecto, Julve destacó que «ha sido un trabajo de dos años» de mirar en contenido histórico y fotográfico buscando las «imágenes que me decían algo, que me llegaban y gustaban y porque tiene una profundidad que me permite decir algo a mí». De todas formas, su objetivo personal con la exposición no es tanto «decir nada», sino «llegar» y «dar algo de visibilización».