El hallazgo de los conocidos como Papiros de Mallorca, que incluyen fragmentos de lo que se ha venido a denominar el texto filosófico más antiguo de la humanidad, ha llamado la atención de la comunidad científica. La experta en egiptología Marina Escolano-Poveda es la responsable del descubrimiento de estos textos que fueron escritos hace 4.000 años y reposaban desapercibidos en el Museo Bíblico de Mallorca, y ella misma detalla desde Liverpool, en cuya universidad trabaja, que se trata «unos textos muy raros» y cuyo descubrimiento es «muy importante».
Como se ha explicado, estos papiros incluyen fragmentos del texto El debate entre un hombre su ba, un diálogo entre un moribundo y su alma en el que se ponderan los beneficios de la vida y la muerte. El grueso de la única copia de este texto se guarda en el Museo Egipcio de Berlín y es parte del conocido como Papiro 3024, que contiene además el mayor fragmento de El cuento del pastor, otra pieza esencial de la escritura narrativa del Reino Medio egipcio (2000-1650 a.C.), la primera literatura documentada junto con la que se originó en paralelo en Mesopotamia hace 40 siglos. El documento hallado en Palma ofrece nueva información sobre estos relatos y sugiere que tanto la copia de Berlín como el papiro de Mallorca pueden formar parte de la literatura propagandística del faraón Senusret I, identificado en tradiciones posteriores con el rey macedonio.
En ello coincide el experto en historia antigua de la UIB Pau Marimon, para quien «el documento como tal no nos interesa tanto, pero sirve para saber que el faraón utilizaba estos medios para legitimarse y como forma de propaganda». Por lo tanto, para el historiador es obvo que forma parte de la «literatura oficialista» del faraón. En cuanto a otro de los grandes misterios que la experta Escolano-Poveda deja en el aire, cómo han llegado a Mallorca, Marimon apuesta por el obispo Campins y Bartomeu Pascual Marroig. Según Marimon, «El obispo Pere Joan Campins, en 1898, quiso hacer una renovación de la cultura en Mallorca tras su decadencia en el siglo XIX»; para ello, creó seminarios e impulsó la creación del Museo Bíblico, cuya labor reparó en Pascual Marroig. La idea era que los «seminaristas tuvieran documentos de primera mano», creando una iglesia «muy avanzada ya en el siglo XX y más que la de hoy en día».
Según Marimon, «está muy documentada la vida de Pascual Marroig», del cual se sabe que viajó mucho, incluidos traslados a Alemania «donde pudo adquirir parte de las piezas», por lo que es una pista más que razonable que seguir para determinar la llegada a la Isla de los fragmentos ahora hallados. Por otro lado, más dudas hay sobre la calificación de filosófico al texto que se menciona, como detalla Francesc Casadesús, profesor de Filosofía Griega también en la UIB. «Encuentro arriesgado calificar su contenido de filosófico», mientras que él se decanta por «prefilosófico» en los ámbitos de la «literatura sapiencial muy en la línea de los antiguos sabios orientales». No obstante, para saber el contenido «todos aquellos que no sabemos egipcio estamos vendidos», por lo que Casadesús opta por una actitud prudente y prefiere esperar a ya que «cualquier valoración ahora me parecería precipitada».