La gira sudamericana de Llum trencada ya está en marcha. Durante este pasado fin de semana, la expedición teatral formada por las actrices Marina Nicolau, Catalina Florit, Irene Soler y la dramaturga Carme Planells recaló en Rosario y Buenos Aires, donde además de funciones teatrales participaron en actos paralelos sobre memoria histórica.
Así pues, las mallorquinas que representan a Iguana Teatre llegaron a Rosario, donde actuaron en el Teatro del Rayo el día 11 y participaron en un acto en el Centro Cultural Parque España. A su vez, el día 13 actuaron en La Plata, en el Teatro Estudio. La experiencia, de momento, está yendo bien, explica Marina Nicolau, una de las tres intérpretes. Lo primero que ha destacado la actriz desde el otro lado del Atlántico es que «aquí las distancias y las ciudades son enormes, algo a lo que no estamos tan acostumbradas en Mallorca».
En sus primeros paseos por Rosario, según Nicolau pudieron ver «enormes murales y mucho arte, o paredes llenas de carteles». Además, aprovecharon para ir a ver la película Argentina 1985, con Ricardo Darín como protagonista, y que narra el proceso judicial a los responsables de la dictadura argentina: «Pudimos entender mejor ese proceso y nos sorprende que es un tema que está muy presente y la gente quiere hablar de ello».
A su vez, la relación con Llum trencada, que en Argentina se conoce como Luz quebrada, es obvia al tratarse de un texto sobre las mujeres desconocidas que fueron víctimas de la represión franquista. «Son historias diferentes, pero no demasiado. La principal diferencia es que aquí juzgaron a sus responsables mientras que en España no», detalla. De hecho, a una de las funciones acudió un joven «que nos trajo una foto de su abuelo, desaparecido de la dictadura de aquí, y hablando con la gente hemos podido ver la idiosincrasia de este país donde, por cierto, la gente es encantadora y muy participativa en los coloquios», explica la intérprete que, además, cuenta como anécdota que están intentando imitar el acento local, algo en lo que parece sobresalir su compañera Catalina Florit, quien «ha logrado engañar a unos cuantos ya», relata divertida.
Por su parte, Carme Planells, una de las dos dramaturgas que firma la obra junto a Aina Salom, también relata a este diario que en las actividades paralelas que acompañan a las funciones han podido comprobar «lo participativa que es la gente en los coloquios» y corroborar «las muchísimas cosas en común que hay entre España y Argentina». «Por desgracia tenemos muchas similitudes en cuanto a muertos, desaparecidos y dictadura», explica a través de unos audios enviados desde La Plata, justo antes de salir para Buenos Aires.
Planells también juzga positivamente el hecho de que «aquí a la gente le gusta mucho el teatro», y los diferentes espacios de las ciudades tienen «un público fiel que sabe que lo que se produce les va a interesar». Además de las representaciones y los coloquios, las cuatro mallorquinas han aprovechado también para pasear por las ciudades, de las cuales les ha sorprendido, por ejemplo, que «La Plata tiene números en las calles, en lugar de nombres» o que «encuentras una casa colonial antigua y, justo al lado, un edificio moderno de 10 plantas». La siguiente parada de Llum trencada es Buenos Aires, donde actúan hoy en El Extranjero para luego cruzar el río hasta Montevideo.