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Pedro Oliver lleva su «simbolismo» poético y esencial a Can Gelabert

El poeta visual inaugura este sábado en este espacio de Binissalem la muestra ‘Segons'

El artista Pedro Oliver posa en su estudio de Palma con algunas de sus obras. | Laura Becerra

| Binissalem |

El poeta visual Pedro Oliver presenta en el Casal de Cultura Can Gelabert de Binissalem su nuevo trabajo, una exposición que lleva por título Segons. La inauguración se celebra este mediodía y la muestra podrá verse hasta el próximo 9 de diciembre. Para entender esta colección de Oliver es importante conocer las características que definen su obra. Hace ya un tiempo se ha determinado que los atributos de conceptualización y plasticidad no tienen por qué ser independientes, pueden unirse. En las representaciones de Oliver, ambos conceptos se sincronizan en un simbolismo esencial que define su expresión artística.

Para Oliver «'el arte es un medio para reivindicar grandes temas universales y un arma poética y social», pero la significación que compone su obra no es un impedimento para experimentar con la plasticidad en su proceso creativo. El artista declara que la conceptualización es una herramienta necesaria para acotar su arte, un arte que tiene unas opciones artísticas y plásticas inmensas. El pintor afirma que los extremos limitantes ya han quedado atrás, los conceptos y excepciones se unen en un cierto emblema de diversidad que lo compone todo.

Título

Segons contiene la reflexión poética del artista y, de hecho, en el propio título Oliver da al espectador unas pistas para interpretarla. En primer lugar, habla de segundos como cantidad de tiempo. En este sentido, Oliver confiesa que está muy influenciado por la cultura oriental, algo que se materializa en esta colección, donde los cuadros son creados desde un «pronto visceral», de manera directa y con una sola pincelada, sin poder corregirlos, abrazando la imperfección, y encontrando en estos defectos las virtudes que conformarán la veracidad y singularidad de la obra.

El artista explica que para transmitir esta pureza y transparencia de manera directa al espectador, la obra demanda únicamente el uso de los colores blanco y negro. Además, asegura que el uso exclusivo de estos refuerza su principal objetivo: «buscar lo máximo con lo mínimo». Por otra parte, atribuye el concepto segons a la expresión «según qué», que expresa la existencia de una infinidad de significados que han surgido en las circunstancias personales del visitante y del artista. Es un hecho que Oliver denomina «la mirada de cada momento».

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