La voz de Aina Zanoguera y la actuación de Diego Ingold ya son grandes alicientes, pero si a eso se les suma un formato teatral experimental, diferente, la cosa mejora. Y de eso va esto, precisamente: de cosas. Esa palabra tan mal vista por los profesores de lengua, pero que es de las más utilizadas en nuestro vocabulario. Només són coses es la pieza escénica que Hermanas Picohueso, en coproducción con el Teatre Principal de Palma, trae a la Sala Petita del espacio de Palma este jueves y viernes a las 20.00 horas y el sábado a las 18.00.
El miércoles, la presentaron en ese mismo lugar donde una puesta en escena con dos mesas repletas de objetos llenaban el escenario. Ingold y Zanoguera estuvieron presentes junto a Marta Ferré, adjunta a la dirección del Principal y Maria Pastor, directora insular de Cultura del Consell.
Origen Ingold fue el encargado de explicar que la obra tiene un origen paralelo al trabajo de Toni Verd, fotógrafo que retrataba objetos perdidos por Europa y cuya exposición, Viaje a la pérdida, podrá verse en la entrada a la función. A partir de ahí surgió el trabajo dramatúrgico que une diferentes lenguajes como la música en directo a través de las piezas compuestas por Zanoguera, la improvisación y el trabajo actoral de ambos.
«Es un teatro de objetos» que habla de «diversos temas como la guerra, la situación social, el fascismo, las curas, el materialismo, etcétera» a través de las cosas que pueblan las mesas del escenario, en las cuales reposan un gran número de objetos que son «las víctimas de todo», al igual que en ocasiones se cosifica a ciertas víctimas de la guerra, como en el conflicto palestino, o de la misma manera que algunas personas acaban siendo las cosas que las representan. «Nosotros hacemos teatro desde la necesidad», declaró Ingold, esa misma que nos impide deshacernos de ciertas cosas que nos rodean porque nos recuerdan a un ser querido y que, en cierto sentido, son ese ser querido. Sobre esto, y más, habla Només són coses los próximos tres días desde el Teatre Principal.