Una fiesta que aúna devoción y patrimonio

La fiesta de la Asunción de la Virgen goza de gran tradición en Mallorca y de forma muy especial con los montajes de los tálamos o llits que se exhiben en los templos mayores, parroquias y monasterios. Desde hace unos años, esta manifestación mariana se ha visto muy revalorizada gracias al Consell de Mallorca, con su trabajo de investigación, restauración y difusión como sigue haciendo en su página web (conselldemallorca.cat/assumpciodelamarededeu), miembros de consejos parroquiales y voluntarios de cofradías de penitentes, que cada año se esmeran en su instalación y decoración vegetal propia de la fiesta, como son los mirabeles (bellveures).

En Palma serán 17 los montajes que se podrán visitar durante la octava en la Catedral de Mallorca, en las basílicas de Sant Francesc y Sant Miquel, en las iglesias del Socors y La Merced, en los monasterios de Santa Clara y Franciscanas TOR (antiguas Capuchinas) y las parroquias de Sant Magí, Sant Nicolau, Santa Creu, Santa Eulàlia, Establiments, Sant Jordi, Son Sardina, la Vileta y Sant Agustí, además de 49 en la Part Forana.

Este sábado, a las 11.00 horas, tendrá lugar la presentación de la restauración del llit y de la imagen de la Virgen del coro de la canónica de Santa Magdalena de Palma, trabajo que ha corrido a cargo del taller de restauración del Bisbat de Mallorca; y mañana, a las 18.30, será presentada en la iglesia parroquial de Llucmajor la restauración de la Virgen, a cargo del mencionado taller. Las noticias más antiguas de la celebración se citan en la mitad del siglo XV, cuando se documenta la imagen de la Seu. La bella escultura de estilo gótico se ve ensalzada por un lecho y un palo sostenido por imágenes de ángeles de tamaño natural, de factura barroca. Suele ir adornado el conjunto con los típicos mirabeles y macetas de albahaca, como manda la tradición en Mallorca.

La imagen del llit de la parroquia de Santa Eulàlia es un ejemplo de la difusión del modelo que triunfó entre los siglos XVI y XVII. Esta imagen, junto con la de Santa Creu, responden al patrón de vírgenes yacentes vestidas con túnica, manto, toca y cíngulo. La imagen yacente de la Virgen de Sant Francesc, que, siendo más moderna, sigue manteniendo el modelo iconográfico tradicional y en su cíngulo lleva varias inscripciones. En Sant Jaume se pude admirar uno de los llits denominados de baldaquino, de estilo imperio. Su autor fue el escultor catalán Adrià Ferran. La imagen de la Virgen destaca por su belleza juvenil. En el Socors, adquiere aires de solemnidad, pues se instala en la capilla del Sagrado Corazón. La imagen de la Virgen coronada (siglo XVII) es muy hermosa, de serenísimo rostro. El día de la Asunción, a las 12.00 horas, sonará el canto solemne del Ángelus delante la imagen, seguida de misa solemne.

En la Part Forana, los llits de la Dormició gozan también de estéticos elementos de decoración que realzan el valor artístico de las imágenes. Destaca este año por su monumentalidad y belleza el del convento de Sant Francesc de Paula de la localidad de Campos (anónima, siglo XVII), cuyo diseño y montaje están a cargo de los artistas Guillem Ginard, Joan Artigues e Ionela Costea, con ornamentación floral de Can Pellisseta, elaborado a base de vestidos de novia, primera comunión, canastilla de bebé, tules y sedas, como vemos en la imagen de Guiem Moranta, cedida por el Ajuntament del municipio.

El de la iglesia de Sant Julià fue diseñado en el mismo estilo neorrenacentista del templo, obra de Tomas Vila. La talla mariana es del escultor Joan de Salas (1529) y desde un baldaquino que la protege, en forma de templete, pende un velo sostenido por ángeles.