Ana Torroja revisó su trayectoria en solitario y con Mecano en el Auditòrium de Palma leste jueves. En total, dos docenas de canciones envueltas en ternura y recuerdos, con predominio de temas del exitoso trío. Junto a los hermanos Cano, nuestra protagonista vendió más de 25 millones de discos. En mayor o menor medida, todos se rindieron ante sus melodías ligeras envueltas en un armazón techno pop, enarboladas por la voz angelical de esta artista que visitaba Ciutat, el gran estandarte del pop durante décadas.
La disolución de Mecano abrió un hueco que ninguno de sus integrantes, por separado, ha podido llenar. Con todo, la menuda y esbelta cantante ha publicado seis discos que tienen predicamento entre una amplia masa de seguidores, moldeadas en la horma de su anterior banda. Con su dicción limpia, sencilla y carente de pretensiones, Ana Torroja se mostró cercana ante un público entregado, rendido desde el primer acorde de El cine, uno de los temas que abrió la noche, incluido en Descanso dominical (1988), uno de los álbumes más vendidos del pop español.
El respeto y cariño que se dispensan palco y artista es sincero; acaso sea la clave de su éxito. No hay poses. Torroja es tal cual: cariñosa, cercana, amable... y la música que hace es el fiel reflejo de su actitud.