Rosalía revoluciona Mallorca. Un centenar de personas ya hacían cola desde primera hora de la mañana de este lunes en las puertas del recinto de Trui Son Fusteret, esperando el ansiado concierto de la cantante. Con los nervios a flor de piel, todos han acudido bien equipados para afrontar las hasta dieciséis horas de cola que les quedaban todavía por delante, con sombrillas, neveras portátiles, sillas de playa e incluso colchonetas para poder descansar. Y, sobre todo, con mucha agua y comida. Más tarde, sobre las 20:30 horas, la cola ya llegaba a Son Oliva, aunque avanzaba a buen ritmo y no se han registrado incidentes destacables.
Los primeros de la cola se presentaron a las 05.45h. Felipe Cortés buscaba por Twitter acompañante para acudir al concierto y Sofía Valassi y Alex Martín, ambos de 18 años y residentes en Capdepera, se animaron a acudir junto a él. Para coger sitio en primerísima fila y disfrutar de su ídola, Felipe se personó en el lugar antes del amanecer y fue turnándose durante todo el día con sus nuevos dos amigos. Con cuentagotas, a lo largo de la mañana siguieron llegando más admiradores de la artista catalana, madrugadores para un concierto en un tórrido día de agosto, programado a las 22.00 horas, síntoma de una devoción absoluta del público mallorquín. «Hemos venido tan pronto porque queremos estar en primera fila y hemos oído que a algunos los saca a bailar al escenario», declaraba Dani Giralt, de de 19 años y procedente de Consell.
«Hemos traído crema solar, mucha comida, seis botellas de agua para estar bien hidratados. Tenemos muchas ganas, será duro, pero aguantaremos, no es la primera vez que lo hacemos», explicaba una asistente. La buena organización y los turnos han sido constantes para aguantar tan dura jornada hasta la noche: «Dentro de un rato vendrá mi novio a sustituirme para que yo pueda ir a cambiarme y prepararme para el gran momento», mantenía Claudia. Raquel aprovechaba el tiempo para peinarse y prepararse. Y es que, a pesar de las condiciones, todos lucían cuidados aspectos para el encuentro. A lo largo de la cola, el rojo y el blanco predominaban y se leía en camisetas caseras, abanicos y hasta en uñas el título del último disco, Motomami. Un auténtico fenómeno. Mientras esperaban no perdían el tiempo. Había quienes aprovechaban para escribir sobre carteles que llevarán horas más tarde. Todo al son de las canciones de Rosalía que algunos de ellos escuchaban, cantaban e incluso bailaban.
Sobre las 15h, los nervios contenidos estallaron al oír los últimos ensayos de Rosalía, presente a pocos metros. Hay a quien incluso le saltaron las lágrimas de la emoción, como a Emma Campos, de 17 años: «La escucho desde 2017, desde que sacó su primer disco, Los Ángeles. Rosalía es una mujer que te transmite mucha paz y te hace sentir empoderada». Atentos y acompañando lo que oían desde el aún lejano escenario, han escuchado Pienso en tu mirá y Despechá, temas que muy probablemente interprete la catalana. Entre el mayoritario público joven destacaba un chico de 13 años, «muy nervioso» ante el que será su primer concierto: «A veces dicen que no entienden lo que canta, pero yo la entiendo perfectamente».
Venidos de todo el mundo
Este es el último concierto que la cantante dará en España, pues luego marchará a Latinoamérica. Por ello, no es de extrañar que se haya convertido en el año y reúna semejante expectación. «Hemos venido desde Córdoba para poder verla, hemos elegido Mallorca porque para Madrid se agotaron más rápido, entonces nuestra segunda opción era esta». Otros vienen desde Barcelona: «Hace poco más de una semana tocó ahí pero no pude ir, lo hablé con un amigo y nos venimos, aunque también tenemos pensado ir a Portugal a verla». También había seguidores de otros países, como de Italia: «Llegué día 28 y, como ha coincidido mi estancia con el concierto, pues he decidido aprovechar la ocasión» o de Francia, como Emma, que acudió temprano a Son Fusteret con una amiga, también de Toulouse: «Venimos a ver a Rosalía. Va a Francia en diciembre, pero no podíamos esperar tanto».
El calor de este primer día de agosto no achaca las ganas de los cientos de fans de Rosalía que, movidos por la tremenda ilusión, esperan poder disfrutar al máximo de la experiencia. Y, a pesar de las largas horas esperando a pleno sol, las ganas se mantenían e, incluso, aumentaban por momentos. «Esperamos un concierto maravilloso porque Rosalía es una Grande de España», sentenciaba, tajante y convencido, Miguel José Carbonell.