La pregunta que sobrevuela, nunca mejor dicho, el cortometraje Ben, en el que trabaja Miki Durán, es la siguiente:¿Y si el balconing fuera un deporte de altura? Esta práctica no requiere ninguna presentación, todos los mallorquines la sufrimos en forma de siniestros, costes en la sanidad pública y mala prensa. No obstante, quienes más la sufren son los propios turistas que se precipitan cada año desde los balcones como si de la época de lluvias se tratara. A ellos va dirigido el mensaje de fondo: «Queremos conseguir que se sientan ridículos», avanza Durán.
El mallorquín ha llamado a varias puertas de varias instituciones, algunas con buena sintonía, pero finalmente no ha recibido ningún apoyo efectivo. «De hecho, el Ayuntamiento deCalvià ni siquiera nos contestó. No ha habido interés», denuncia Durán. Por ello, para sacar adelante el proyecto, ha lanzado una campaña de micromecenazgo disponible en la página web www.indiegogo.com/projects/ben/x/29112439. El objetivo es alcanzar, por lo menos, 10.000 euros para poder rodar a finales del verano y después iniciar el recorrido en festivales.
La meta no es otra que reírse del asunto, ridiculizar esta realidad que en ocasiones parece que ha sido aceptada como inevitable, cuando es todo lo contrario. Por ello, Ben habla de la inconsciencia de una parte de la juventud británica que acude a Magaluf cada año y lo afronta como si de un documental deportivo se tratara, convirtiendo al balconing en una suerte de deporte para el que Ben, el protagonista del cortometraje, se está preparando a conciencia. Durán destaca que «los mallorquines estamos hartos de que se nos relacione con esto» y avanza que no es que quiera reírse «de los ingleses», sino «ridiculizar esta práctica» que no tiene ni pies ni cabeza y que cada año deja varias víctimas en laIsla y que es la punta del iceberg que supone el turismo desenfrenado y los excesos que caracterizan a una parte de los visitantes de Mallorca.
Campaña
La campaña para hacer aportaciones, que cuenta con distintas recompensas en función de la cantidad proporcionada, durará los meses de junio y julio y, una vez finalizada, dará inicio el rodaje «con lo que hayamos recaudado». No obstante, independientemente del total, Durán tiene claro que «lo vamos a rodar sí o sí». Así pues, el cineasta balear invita a todo aquel que quiera sumar su grano de arena y ‘lanzarse a la piscina' con el fin de acabar con esta ridícula lacra.