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‘L'instant abans de l'impacte': crónica del gran «salto» de Glòria de Castro

Esta novela es fruto del ‘mobbing' que sufrió la escritora catalana afincada en Llubí

La escritora Glòria de Castro posa en Palma. | Teresa Ayuga

| Palma |

Glòria de Castro (Caldes de Montbui, Barcelona, 1974) sufrió mobbing durante los últimos años en los que trabajó en una empresa publicitaria. Cuando estaba en el mejor momento de su vida profesional, con un buen sueldo y dedicándose a lo que había estudiado, se quedó embarazada. Pidió una reducción de jornada y la compañía la fue apartando de las grandes campañas. Para sobrevivir, De Castro escribió un diario sobre todo aquello. Para no levantar sospechas, guardó el documento en una carpeta que tituló Tràmits, un nombre suficientemente aburrido para que nadie quisiera abrirlo. L'instant abans de l'impacte (Edicions del Periscopi) es esta «crónica de un fracaso», concretamente, la «crónica de mi salto», como cuando Alicia se precipita por el pozo hacia el País de las Maravillas y tiene tiempo de contemplar todo lo que le rodea mientras cae, como a cámara lenta.

«Poco a poco, el personaje de la novela dejó de ser yo y tomó una personalidad propia. Cuando terminé el proceso de escritura, al cabo de un año, sucedió algo que me pareció catártico: la empresa de telefonía nos echó a todos a la calle. Justo en ese momento yo había terminado el dietario y decidí que no podía volver a trabajar en una empresa de publicidad. Así que decidí dejar la profesión. Fue muy liberador», cuenta la escritora. Y ese cambio radical la llevó ni más ni menos que a establecerse en Llubí junto a su familia. De hecho, la idea de hacerlo en este pueblo surgió por la amistad que les unía con Ata Lassalle, editor de Autsaider Cómics. El proceso de creación de la novela se forjó aquí, concretamente en el bar del polideportivo de Sineu, mientras sus hijos jugaban a fútbol.

Sistema

Para rebelarse contra el sistema que, literalmente, le pedía que «vendiera felicidad» a los clientes, De Castro se propuso un reto: durante un año no consumiría ningún producto que no fuera estrictamente necesario. «No compraba suavizante y no me depilé las axilas, entre otras muchas cosas. Fue como una venganza. Cuando dejé el trabajo y vine a Mallorca sentía mucha rabia. Pensé: ‘Esto no puede acabar así'. Quería saber como se sentía una. Y me sentí bien», cuenta. Lo que sí es ficción es que el marido de la protagonista, Horacio, deja su trabajo para volver al grupo tributo de Nirvana. «Siempre he sido fan de Nirvana y me planteé que, si algún día publicaba una novela, sacaría a este grupo», confiesa.

Portada del libro.

«Horacio representa a todos los hombres. ¿Y si La Odisea la hubiera escrito Penélope y no Ulises? Yo creo que la gente la hubiera atacado porque al final deja a su familia para recorrer mundo y vivir aventuras. La verdad es que hay miles de novelas protagonizadas por hombres de éxito y aventureros, pero nunca se han explicado desde el otro punto de vista. Si este relato lo protagonizara Horacio, la gente sentiría admiración, porque persigue su sueño.Sería un héroe. Ciertamente uno llega a la crisis de los 40 y le gustaría tener a un Kurt Cobain para mandarlo todo al garete», detalla. De Castro, que tiene como referente a Sylvia Plath, avisa que «ella se quedaba en casa, cuidando de su hijo, mientras Ted Hughes se iba de gira por festivales literarios. Él era un imbécil pero nadie lo ve». «Yo he querido rendir homenaje a Ted Hughes y a Ulises pero desde un punto de vista femenino, retratando al supuesto héroe como un estúpido», matiza.

Al igual que su personaje, De Castro fantasea con ganar un premio literario. De momento, L'instant abans de l'impacte fue finalista al Premio Clarín, al de Pollença y, recientemente, al Premi Llibreter, cuyo veredicto se dará a conocer en unas semanas. «Llevo cinco duros años trabajando con esta novela que es la primera que publico, pero no la primera que escribo. Decidí que si en las Navidades de 2021 no obtenía ninguna respuesta, dejaría la escritura. Fue en ese momento que me comunicaron que era finalista al Clarín», asegura. «Escribir a pesar de todo, aunque no le interesa a nadie», sintetizan De Castro y la protagonista de la novela. De eso también trata la gran revolución.

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