Las creaciones de Octavi Serra (Girona, 1990) gozan de un diseño estético muy particular y «limpio» que ayuda a que el mensaje, sea el que sea, llegue más claramente al espectador. Siempre irónicas, sus creaciones reflexionan sobre nosotros, sobre el ahora y sobre las partes del todo que forma nuestra sociedad. Sobre ellas y sobre su trayectoria estuvo charlando ayer en CaixaForum dentro del ciclo de Encuentros con....
Serra, que tiene formación en diseño, explica que no ha dejado de lado esa parte de su vida y que, además, la incorpora a su arte, uno al que llegó de manera natural. «Me hacía muchas preguntas sobre los objetivos de nuestra profesión, así que empecé a cuestionarlo y, ahora, hago lo mismo, pero con el arte», detalla. Sus propuestas, formadas a través de matariales reciclados, por motivos económicos, «ya que suelen ser bastante caros», y conceptuales, generan una poesía visual en la que el espectador no solo encuentra interrogantes, sino que se interroga a sí mismo y a su modo de vida en las composiciones deSerra.
Tocando casi todos los palos que existen, desde la escultura a la pintura, pasando por la ilustración o la intervención urbana, todas sus obras poseen un claro «componente estético» muy cargado de ironía y humor. Es el mismo Serra quien determina el porqué de este valor humorístico en lo que hace: «He intentado hacer cosas serias, pero me siento poco fluído y la ironía me permite hacer cosas de modo más vistoso y la reflexión puede abarcar más porque te divierte». Al hacerlo así, explica, «se vuelve más fácil de consumir y, por lo tanto, puedo ser más democrático», indica el artista.