Son tres las líneas argumentales con las que el escritor Melcior Comes (sa Pobla, 1980) construye la trama de Tots els mecanismes, novela que acaba de publicar en Edicions Proa. Por un lado, aparece un caso de corrupción inmobiliaria, que está basado en el caso real de Can Domenge. Por otra parte, el asesinato de un empresario alemán y su hijo en Mallorca, en los años 90, que revive el caso de Bökelmann. Por último, se recupera la historia de los campos de concentración franquistas en s'Albufera y el norte de la Isla.
«Tenía tres historias que deseaba entremezclar, por lo que estuve mucho tiempo hasta que encontré la fórmula para hacerlo», explicó el autor, quien aseguró que «se trata de una novela sobre la verdad y, sobre todo, la mentira, donde se habla de la construcción de la narrativa colectiva que son las noticias». «El argumento cuenta la historia de dos familias y cómo se unen para llevar a cabo un negocio de forma conjunta y, posteriormente, todo acaba complicándose», apuntó el novelista, quien matizó que «quería explicar aspectos de la vida económica de Barcelona y de Mallorca». Para ello, Comes avanzó que «quería encontrar un personaje que llegara a Mallorca con ganas de conquistarla, a través del negocio inmobiliario, y la aparición de una familia mallorquina que, cuando se entera de la manera fraudulenta de ganar dinero, también quiere participar».
Crimen
Del crimen del empresario alemán y su hijo, el escritor recordó que «han pasado muchos años, veinticinco, y sigue sin resolverse», y añadió que «busqué las crónicas y toda la información que estuvo a mi alcance en hemerotecas y en IB3, al final lo resolví de manera ficticia». De la estructura del libro, Comes destacó que «hay una gran cantidad de personajes, hay 14 personajes principales con 60 secciones, cada una de una decena de páginas y distintos narradores, lo que me permitía encarar diferentes puntos de vista», y desveló que «el reto como escritor fue afrontar una historia polifónica y que cada personaje incorporara una dinámica diferente». El prosista calificó el resultado de «tragicomedia negra, donde lo importante es acercarse psicológicamente y moralmente a los personajes». El libro incluye interrogatorios judiciales, cartas, crónicas, diálogos cruzados, artículos incompletos, un monólogo cómico, una escena teatral, entre otros géneros.
De los campos de concentración en España, contó que «la poca bibliografía sobre este tema se está publicando ahora, lo que supone una gran ausencia y es un problema para la sociedad, es una circunstancia muy triste», e indicó que «hay caminos, carreteras y playas en Mallorca que existen porque fueron construidos por prisioneros de la Guerra Civil». En ese sentido, dijo aspirar a «poder explicar con la ficción lo que el periodismo no ha podido». Comes manifestó que «mi intención no era escribir una novela para decir que la corrupción es malvada, porque ya sabemos que lo es, lo que quería era entrar en la mente del político para entender la mentalidad del corrupto».
Trot
El Trot es protagonista de algunas de las escenas de la novela. «El amor de uno de los personajes por su caballo puede llegar a superar al que siente por sus hijos», avisó Comes, que nos presenta el escenario de los hipódromos de Son Pardo y de Manacor. El editor Jordi Rourera afirmó que «Tots els mecanismes representa una celebración por la literatura, por el arte de explicar historias, donde suceden muchas cosas y narrativamente es inagotable, y que pone de manifiesto que nos encontramos en la etapa de plenitud creativa del autor». En ese sentido, Comes desveló que «después de un tiempo en el que escribir se había convertido en un suplicio, tuve que reconectar con mi yo escritor, me he tenido que enamorar del oficio de escribir, de los personajes y la trama».