La Catedral de Mallorca ha sido sometida a un exhaustivo escaneado con láser para obtener una planimetría en tres dimensiones que ofrece una perspectiva hasta ahora inédita del templo y permite conocerlo al milímetro para planificar mejor su conservación. Se trata de «la primera revisión exhaustiva y sistemática» del estado del monumento gótico, que posibilita saber en qué situación están todos los elementos, «desde el pináculo más alto hasta la última lápida», explica a Efe la conservadora de Patrimonio del Cabildo de la Catedral, Catalina Mas.
La extensa documentación que se ha obtenido con el estudio ofrece «una fuente de investigación y un punto de partida para poder entender las necesidades del edificio desde un punto de vista técnico y científico», señala Mas. El levantamiento topográfico se lleva a cabo colocando una estación que manda láser en todas las direcciones que, al intersecar con cualquier elemento, localiza sus coordenadas geográficas y determina el color. En el caso de la Seu, «para rastrear todas las superficies y las caras del edificio se hicieron muchísimos posicionamientos, en todos los rincones y recovecos de la Catedral», detalla Albert Samper, investigador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Rovira i Virgili y uno de los tres investigadores principales del estudio.
Los arquitectos realizaron 1.250 posicionamientos que dieron lugar a 22.966 millones de puntos. El procesado de toda la información ha durado varios meses. «La suma de todos esos posicionamientos y de toda la información de puntos, la reunimos y generamos una nube muy densa de puntos con coordenadas y color, que configura todo el edificio», añade el profesor. «Esto permite entender todo el edificio en su globalidad» y también sus elementos por separado. La conservadora de la catedral mallorquina pone un ejemplo. Uno de los elementos que ha revelado el estudio es el estado de las bóvedas, mostrando que algunas sufren ennegrecimiento, que otras han sido reparadas con materiales que no son la piedra original, y que en otras dos aparecen manchas de humedad.
El estudio tridimensional «permite captar el proceso constructivo original, y también el posterior, la técnica, los materiales y el estado de conservación en el que se encuentra cada elemento», explica Mas. Este levantamiento topográfico láser también muestra los espesores de elementos que son inaccesibles como las cubiertas, al haber sido escaneadas por dentro y por fuera, con geolocalización. La técnica aplicada es muy precisa: el margen de error es de 4 milímetros.
Entre los múltiples usos de contar con esta información figura aplicarlo al mantenimiento del edificio, como explica Samper: «Si se repite el escaneo de alguna parte singular de la Catedral en 2023, por ejemplo en alguna parte donde haya fisuras o algún tipo de deformación, podríamos solapar las nubes de 2021 y 2023 y ver si el edificio se está asentando, se está moviendo, si las fisuras se abren, si están 'vivas'». De la Catedral de Mallorca preocupan «la combinación de factores ambientales y antropológicos que hacen que tenga daños, sobre todo en la piedra», añade la conservadora Catalina Mas.
El privilegio de su situación frente al mar tiene la desventaja de que «es un gran aportador de cloruros que afectan a la piedra de 'marés' con la que está construida la Catedral, muy sensible a esta patología», pero Mas advierte de que también deben ser tenidas en cuenta la contaminación atmosférica y la situación del entorno más inmediato, porque «los pavimentos de alrededor de la Catedral también inciden, y no siempre positivamente, en su conservación».
El análisis, que ha costado 42.994 euros, forma parte del Plan de Conservación Preventiva de la Catedral que se ha empezado este año. El estudio se ha encargado porque la documentación del patrimonio histórico artístico del monumento palmesano había quedado obsoleta, en comparación con las técnicas de 3D y de fotogrametría actuales. «Las planimetrías nos aportan apoyo para los estudios de conservación, para plantear proyectos de restauración, tener claras las instalaciones, para cuestiones de seguridad como los accesos o los circuitos dentro del edificio, para el control de plagas con detalles como conocer los agujeros por los que entran las palomas...», agrega Mas.
El investigador Albert Samper indica que, desde el incendio de la catedral de Notre Dame, en abril de 2019, «hay muchos edificios de esta entidad que se están poniendo las pilas y están haciendo este trabajo para tener escaneada su geometría, por el miedo de poder ser destruido accidentalmente, por las deformaciones y por las incidencias naturales». El proyecto se incluirá en el futuro Plan Director de la Catedral. El actual es del año 2000 y el Cabildo está en tramitación con el Ministerio de Cultura para actualizarlo.